Niloo dudes
Cocina mediterránea con arroces secos, carnes y pescados a la brasa, la recomendable propuesta del restaurante que toma el testigo del Hontoria Garden
Jerez de la Frontera
Hay espacios que teniéndolo todo no han encontrado su sitio. Es el caso del antiguo Hontoria Garden, con uno de los mejores emplazamientos de Jerez, dentro del parque de la feria, rodeado de jardines y con vistas a la principal avenida de la ciudad. Después de pasar por diversas manos con tanta buena voluntad como poca fortuna, una empresa sevillana de la solvencia del Grupo Casino ha tomado el testigo y tras unos meses de arduo trabajo acaban de reabrir.
En apariencia, además del nombre, que ahora es Niloo, ha cambiado el ático, que ahora pasará a ser más aprovechable durante todo el año después de que el arquitecto de interiores Christian Harhoff, artífice también de la decoración y distribución primitiva, le haya dado la vuelta. La planta baja, destinada al restaurante y a eventos, recuerda más a lo que había sido hasta ahora.
Sin entrar en los porqués del éxito que se le ha resistido como negocio, solo me referiré a lo que me incumbe, y es que gastronómicamente le faltó estar a la altura de lo que se le presuponía por la importante inversión y el privilegiado espacio. Ahora, el grupo sevillano quiere que el restaurante sea la piedra angular del proyecto. De reconocida solvencia en locales de ocio como Casino Terraza, Caramelo, Tequila y Bribón, en Sevilla, o Balneario, Mombassa, Dunna y La Tetería, en Tarifa, tampoco les falta experiencia a la hora de dar de comer, ya que en algún local de los nombrados han probado con éxitoy además gestionan el catering Medinaceli.
La cocina la han puesto en manos de Fernando Jiménez del Castillo, un chef gaditano que pretendían desde hacía años y que llevaba más de una década en Barcelona en locales como Anglé, asesorado por el televisivo Jordi Cruz, o en Can Fisher, marisquería conocida por sus arroces secos. De su periplo en la ciudad Condal, el jefe de cocina ha aprovechado la experiencia adquirida para diseñar una carta mediterránea con toques vanguardistas en las que el protagonismo lo reclaman los arroces y las carnes y pescados a la brasa.
El restaurante está dividido en tres espacios repartidos a lo largo de la planta baja. En total, 180 cubiertos por servicio a mesa y mantel y con posibilidad de comer dentro de la sala acristalada o en la agradable terraza exterior que da al paseo de La Rosaleda.
En Niloo cuenta con una escogida carta de vinos que también van completando en los primeros tramos de su esta nueva etapa. Empezamos con Tío Pepe y Aceite de Oliva Virgen Extra con un excelente pan rústico con buena miga. Con el vino fino disfrutamos también de un buen jamón ibérico cinco jotas cortado a cuchillo. Tiene buen brillo y está veteado por una grasa que aporta jugosidad. Un buen entrante que denota interés por el producto.
Cambiamos de vino para seguir con los entremeses. Uno de la Rioja Alavesa, Luis Cañas, reserva de selección de la familia de 2018. Elaborado con 85% de tempranillo y 15% de Cabernet sauvignon, es un tinto con carácter y aroma fresco y afrutado.
El siguiente entrante es un carpaccio de corvina semiahumada con uva laminada, kimchi y frutos secos. Entra por los ojos un plato con colorido, muy bien presentado y con matices diversos en la textura y en el paladar. En carpaccio, de lo más completo que he tomado últimamente.
Damos paso a los fritos con unas croquetas de carabinero. Redondas y de tamaño medio, tienen buen bocado, crujiente por fuera y cremoso por dentro y con bastante sabor. Apenas hay rastro lácteo y sí un buen fumé potenciado por la cola del marisco pasada por un soplete y la impagable cabeza. Casi no deja margen para la mejoría. Sobresalientes.
En una original bandeja con las pintas negras de la vaca sobre fondo blanco sirven el steak tartar de la casa. Está en el interior de un enorme hueso vacuno del que han extraído el tuétano a la brasa que preparan mezclándolo con una buena carne y los aderezos clásicos de este plato soberbio. El resultado, un steak tartar que recuerda a los mejores que uno ha tenido la suerte de tomar. Destaco la temperatura templada de la carne en contacto con un tuétano que le aporta grasa y sabor vacuno al tiempo que le viene muy bien la potencia del resto de ingredientes. Sencillamente perfecto.
De Can Fisher, Jiménez del Castillo se ha traído una fórmula imbatible para sacarle todo el rendimiento a un arroz de primera. Es un senyoret con gambas y mejillones en el que el grano se ha embebido del extraordinario fumé de pescado. A lo largo de la paellera se extiende un delicioso socarrat con el punto entero que debe tener el arroz y que apuramos cucharada a cucharada en la propia paellera. Lo maridamos con un gran cava, Codorníu Reserva 2021. Excelente el punto del molusco y del marisco. Es importante olvidarnos de cómo hemos comido el arroz hasta ahora y dejarnos asesorar por un experto que va a contribuir a darle la vuelta a la forma en la que hemos disfrutado de este plato hasta ahora. Más vale tarde que nunca.
Apuramos para cerrar con los salados un angus con un punto menos de brasa. Carne excepcional de jugosidad y sabor que cede al mínimo contacto con una adecuada cubertería. No menos acertado el acompañamiento de las patatas especiadas.
No decae el nivel de la experiencia gastronómica en los postres, con una variedad de dulces repartidos en varias texturas de chocolate: mousse y brownie con un original toque salado y perlas de AOVE; falso coulant de queso acompañado de un helado de payoyo, y una maravillosa torrija de vino con helado de pedroximénez. Pregunto por esta última, que pondría sin dudarlo por delante de cualquier otra, y uno ha experimentado con todo tipo de torrijas desde niño. No obtengo mucha más información, pero jamás vi una rebanada tan reciamente emborrachada de un delicioso almíbar en el que el vino dulce y la miel protagonizan un maridaje sideral.
Con un cortado ponemos punto final al almuerzo más que satisfechos de que el nuevo proyecto haya dado con la tecla, al menos en cuanto a la propuesta gastronómica. Por fin este espacio privilegiado cuenta con una oferta a la altura del lugar ¿Que si recomiendo la experiencia? Visto lo visto después de esta primera vez, Niloo dudes.