Lola Fernández dedica su columna a «Mis Amigas del Alma»
«Y marcharemos el próximo 3 de noviembre todos unidos contra el cáncer, apoyando con todas nuestras fuerzas esta causa, bajo un solo color, el rosa»
El comentario de Lola Fernández
03:02
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Morón de la Frontera
A través del cristal de mi ventana presencio la luz del otoño mojado, que es la luz más perfecta que abraza el campo y que riega las venas ocultas de la vida, sigo aferrándome a la melancolía de una naturaleza viva, creciente, que ofrece más que recibe y que enseña más que aprende.
Pensaran que divago, pero es que, a través de mi ventana, a través de esos cristales de la vida, observando la naturaleza, observando la vida misma, busco las palabras perfectas.
Y es entonces cuando veo lo que significa de verdad estar vivo, lo que significa de verdad el sentirnos bien, lo que de verdad significa vivir.
Y miro el calendario colgado en la pared y me doy cuenta que no he arrancado la página del mes, hay veces que cuesta pasar página, porque hay días en los que te acuerdas de tu lucha interna, pero comprendes que todo eso importa poco, porque te acuerdas de aquellos que se quedaron en esas páginas y no tienes ganas de quitar, porque si las quitas son, como si no los volvieras a recordar.
Y entonces te acuerdas de los que siguen al frente de esa carrera y comprendes como han aprendido a ensanchar sus caminos, a salir a flote y ves como su mundo se llena de sus sonrisas, de sus risas, de los momentos imborrables, de sus miradas y de su luz.
Y entonces te despiertas de tu cómodo sillón y buscas esa luz, la misma que el otoño mojado nos ha regalado, como te regala los días que vives y los días que tienes para acompañar, aunque solo sea con la palabra, a todos aquellos que en días como los del pasado sábado, tienes en mente y en el corazón.
Y es entonces cuando te alegras, te emocionas al recordar a todas esas mujeres y todos esos hombres que pelean cada hora y minuto, cada día y cada semana y que van tachando en ese calendario, ganando la batalla al cáncer, porque, en esos tiempos iguales, en días y lugares demasiados parecidos unos a otros para el resto, ellos buscan un tesoro en lo que somos. Porque saben que no es fácil ser lo que somos, seres tan frágiles como indestructibles y en eso está su riqueza, en la fuerza de sus caminos y de sus metas.
En esa alegría de las victorias, en esa línea de meta, estaremos aplaudiendo su llegada, aplaudiremos con la mirada y el corazón por su pelea victoriosa, estaremos esperándolos en la meta de la vida, la que es tan frágil y tan bonita, porque saben que no están solos y saben que están aquí y ahora.
Y marcharemos el próximo 3 de noviembre todos unidos contra el cáncer, apoyando con todas nuestras fuerzas esta causa, bajo un solo color, el rosa.
Porque aún nos queda mucho por conseguir y...
Por mis amigas del alma.