La columna de José Carlos Valverde sobre el «activismo selectivo»
«Un columnista valiente es una voz imprescindible que remueve la conciencia pública porque sus palabras pueden cambiar el mal curso de cualquier sociedad»
La columna de José Carlos Valverde
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Morón de la Frontera
Me cuesta entender cómo los colmillos de un columnista se pueden encoger en momentos como el que nuestra villa atesora. Un pueblo al borde de la quiebra, con unos impuestos asfixiantes que pudieron haber sobrepasado incluso la línea de la moralidad de no ser porque la oposición frenó, al menos de momento, aquel intento de saqueo legal por parte del gobierno socialista.
Cada cual puede escribir sobre sus propias visiones, o fantasmas, eso faltaría. De hecho así lo hago en este momento. Es más, ni tan siquiera es motivo, o la intención de estas columna, el análisis sobre la libertad del columnista a escoger sus crítica. Sería ilógico.
Pero no es menos curiosa la reflexión que vertebra mis inquietudes. Y como uno escribe sobre lo que conoce, o vive, ya llevo varios días con la idea en la cabeza.
Activismo selectivo frente a los momentos críticos. Ahí nace el debate. Y digo activismo selectivo porque cuando los temas de revuelta popular se utilizan para poder ser condecorados y otorgarles el carné de la ética perfecta, sí se suele alzar la voz.
Hace unos años osé en criticar la ola, esta que ahora vivimos, feminista y expresé mi disconformidad con la peligrosa dicotomía que empezaba a florecer entre hombres y mujeres. Lo que ocurrió fue un ataque frontal y consensuado perfectamente por aquellos que precisaban de manera narcisista, demostrar que mi supuesto machismo no les salpicaría. Ridículo.
¿Acaso la crisis económica, la subida de impuestos, las preocupaciones sobre la atención sanitaria de nuestros hijos, o la intervención ministerial a la que está expuesta la gestión local, no merecen la atención? Es tan importante como pensar que mi texto era un alegato retrógrado y merecía una reprimenda. Exposición que nunca he llegado a compartir, pero que sí respeté porque, de momento, la opinión, y la crítica son parte de algo tan maravilloso como la libertad.
Toca ser valiente. Un columnista valiente es una voz imprescindible que remueve la conciencia pública porque sus palabras pueden cambiar el mal curso de cualquier sociedad.