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Un documento hallado en el interior de la talla certifica que el Cristo Yacente es de Juan de Mesa en 1619

Almudena Fernández y José Joaquín Fijo han acometido la restauración del titular del Santo Entierro

Este es el documento hallado en el interior de la imagen del Cristo Yacente del Santo Entierro / @StoEntierro_Sev

Sevilla

Durante los trabajos de restauración acometidos por Almudena Fernández García y José Joaquín Fijo León en la talla del Cristo Yacente de la Hermandad del Santo Entierro, la pasada semana se produjo un hallazgo inesperado y sorprendente. El 19 de septiembre de 2024 al introducir en el interior del embón de la sagrada imagen una cámara endoscópica, los restauradores se percataron de la existencia de un elemento extraño y de naturaleza aparentemente documental. Ese mismo día, José Joaquín Fijo León remitió a Pablo Alberto Mestre Navas, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y hermano de la corporación, dichas imágenes para que, como experto en la materia, tratase de dilucidar si, en efecto, pudiera tratarse de un documento u otro elemento que resultase de interés. Una vez analizadas las imágenes y los vídeos que se habían efectuado mediante endoscopia, se tuvo certeza de que se trataba de un documento que había sido introducido en el interior de la imagen. Hechas las comprobaciones pertinentes, se dio noticia al hermano mayor, Fermín Vázquez Sánchez, quien dio las indicaciones oportunas para que e produjese a su extracción siempre y cuando ni la integridad de la sagrada imagen ni la del documento se viesen comprometidas. La noticia también fue transmitida al especialista José Roda Peña, profesor de la Universidad de Sevilla y vicepresidente del Consejo de Cofradías, quien, en todo momento, estuvo informado de los pormenores del hallazgo.

En la mañana del 23 de septiembre, los restauradores lograron extraer el documento sin que la talla experimentase daño alguno. Una vez extraído, se procedió a su digitalización para remitir de inmediato la imagen al profesor Mestre, quien dio principio a su estudio y transcripción. Según este investigador, se trata de un papel de fabricación artesanal en el que se observan numerosos restos de cola y pegamento que han comprometido su estado de conservación. Dichos restos indica que el documento, que se encontraba ocho veces plegado, fue introducido una vez se procedió al cierre de la imagen, lo que provocó que se desprendiesen gotas de cola que se depositaron en el papel, quedando numerosos restos circulares que invitan a pensar que la talla permaneció un tiempo en posición estática.

Tras el estudio del contenido, Pablo Mestre ha determinado que se trata de un documento cuya naturaleza jurídica es testimonial. Aunque de momento no se tiene certeza de la persona que pudo escribirlo, no hay duda de que tuvo que ser una persona con altas competencias alfabéticas, pues la escritura, cuyas características morfológicas se adecuan a las grafías del siglo XVII, se ejecutó con gran soltura y cursividad. Este investigador señala que el documento cuenta con tres partes fundamentales que resultan de gran interés por dar a conocer numerosos aspectos sobre la venerada imagen del Cristo Yacente. En primer lugar, se afirma que la corporación “mandó hazer esta santa imagen” y que fue costeada con las “limosnas de muchos devotos”. Igualmente, se señala que la autoría material pertenece al celebérrimo escultor cordobés Juan de Mesa y Velasco, encargándose de la encarnadura Juan Sánchez Cotán, quien figura mencionado como “alcalde de los pintores en esta ciudad”. El documento afirma que la imagen fue finalizada el 12 de marzo de 1619, lo que indica que el Cristo Yacente fue una de las primeras imágenes talladas por Juan de Mesa para la Semana Santa de Sevilla.

Además, deben indicarse otros datos de interés: en el escatocolo o parte final del documento figuran tres nombres: Sebastián González, quien se intitula como “veedor del artillería desta ciudad”, el licenciado Agustín Fernández de Castro y Luis Fernández Salguero. Para el profesor Mestre, la inclusión de estos tres nombres podrían ser indicativos de que fuesen oficiales de junta o que costeasen buena parte de la obra, pues los tres figuran como testigos de la ejecución de la talla. De esta forma, en el documento se afirma que “asistieron al hazerla por su devoción”. Este investigador ha podido identificar a estos tres testigos a través de otras fuentes documentales halladas en el Archivo General de Indias, constatándose que Sebastián González fue nombrado veedor de artillería de la Casa de la Contratación en 1611, mientras que el licenciado Agustín Fernández de Castro pudo ser abogado de la Real Audiencia de Sevilla.

Sin duda, este hallazgo documental disipa las dudas que hasta la fecha existían sobre la autoría del Cristo Yacente y confirma las atribuciones que se han venido haciendo desde tiempos del profesor José Hernández Díaz, quien ya señaló a la mano del imaginero cordobés como responsable de la realización del Santísimo Cristo Yacente.

El documento arroja luz sobre la participación de Juan Sánchez Cotán en la encarnadura de esta venerada imagen, policromía que José Joaquín Fijo León ha empezado a identificar debajo de la que realizase en el siglo XIX Valeriano Bécquer.

El hermano mayor Fermín Vázquez asegura que se trata de un importantísimo hallazgo que arroja luz en uno de los momentos más desconocidos de la historia de la Hermandad del Santo Entierro.

 
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