La historia de superación del ex jugador del Unicaja Frederic Weis
El pívot francés admite haber caído en una depresión hasta en dos ocasiones que lo incitaron incluso al suicidio
Frederic Weis con la camiseta del Unicaja Baloncesto/ EFE
Málaga
Frederic Weis, el pívot francés de 2,18 que jugó en el Unicaja Málaga durante tres temporadas y media, sorprendió con un reportaje donde revelaba que intentó suicidarse en enero de 2008, mientras militaba en las filas del Baskonia. Ahora cuenta todo lo ocurrido desde entonces en una entrevista para ESPN.
El exjugador galo sufrió su primera y terrible depresión hace ya más de quince años, provocada a raíz del estado de salud de su hijo Enzo, que había nacido en Málaga en 2002. El niño nació sano, pero cuando cumplió un año, él y su mujer, Celia, se percataron de que tenía graves problemas de comunicación. La pareja trató de buscar ayuda en una docena de médicos y al pequeño se le diagnosticó un tipo de autismo.
"Me preguntaba si había hecho algo mal, si la discapacidad de Enzo era de alguna manera culpa mía. A medida que Enzo crecía, me resultaba cada vez más difícil conectarse. No podía tener una conversación con él, no podía hacer un rompecabezas con él. Intenté enseñarle baloncesto, pero no sostenía la pelota; simplemente la dejaba caer y corría alrededor de la cancha, de un lado a otro, mientras yo permanecía inmóvil", confesó el ex jugador del Unicaja.
Esto no quedó ahí. A raíz de los problemas con su hijo Enzo, comenzó a extrapolarlo a su relación matrimonial. "Cuando mi mujer se marchó de Bilbao, me quedé solo en España y me hundí más", admitía Weis en la entrevista. En un viaje de España hacia el país galo, admitió haberse detenido para tragarse una caja entera de pastillas."Sólo quería parar con todo", asintió. Cuando se despertó, diez horas después, se sintió aliviado, agradecido y avergonzado. Llamó a Celia, su mujer, y ambos lloraron. Dejó de beber y se reconcilió con ella. Después de retirarse en 2011, compró un estanco y trató de seguir adelante, pero seguían las peleas, los momentos de depresión. Intentó suicidarse en una segunda ocasión. "La depresión era parte de mí en ese momento. Todavía lo es. Sé que estará a mi lado por el resto de mis días", aseguraba Frederic Weis.
