Caso Cerro Muriano: sólo el capitán, el teniente y algunos mandos sabían que los soldados tendrían que cruzar el lago por donde no se hacía pie

Córdoba

15 personas, la mayor parte sargentos, subordinados del capitán y del teniente encausados por la muerte del soldado Carlos León y del cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, en Cerro Muriano, han declarado este miércoles en el segundo día de testificales ante el Togado Militar Central, número 2.

En el relato de lo vivido y ante las preguntas de las partes, los militares han ratificado sus declaraciones ante la Guardia Civil en el proceso de diligencias previas del caso.

Los efectivos han explicado ante el juez que "ninguno de los soldados sabía" antes de iniciar el ejercicio que en la ruta marcada por el capitán para atravesar el lago "no se hacía pie", hasta el punto de llegar a una profundidad máxima de 2,6 metros.

Solo el capitán, el teniente y algunos mandos tenían esa información que no se dio a los soldados antes de entrar en el agua.

Eso y la falta de medidas de seguridad motivó que tras un primer intento fallido, algunos de los sargentos pidieran al capitán "que suspendiera la maniobra al considerarla una temeridad". Algo a lo que el mando hizo caso omiso.

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Los militares que tenían la orden de montar horas antes del ejercicio la "cuerda guía" atravesando el lago, salvaron la profundidad valiéndose de un "pato" ( una pequeña embarcación individual utilizada para la práctica de la pesca).

Según el relato de los hechos, una vez colocada advirtieron al teniente en la víspera del ejercicio de la profundidad de la ruta que habían elegido. Y el teniente se limitó a transmitirles que "al capitán le daba igual".

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El resultado es que los primeros militares que entraron en el agua, lo hicieron "a ciegas" sin saber qué iban a encontrarse. El agua estaba a 6,8 º según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología, pero la percepción de los participantes es que el lago estaba a cero grados "a punto de helarse". No había visibilidad por el fango y los militares tenían que vadear 110 metros de lago por la parte más profunda, con zonas, que como consta en el informe de los GEAS de la Guardia Civil, aumentaban de profundidad desde 1,80 a 2,80 metros a medida que se avanzaba en el recorrido.

"Las declaraciones demuestran que la presión y el hostigamiento a los soldados fue máximo" según el abogado Antonio Granados

Casi todos los militares que han declarado hoy ante el Togado Militar Central, la mayoría sargentos o sargentos primero, habían participado a lo largo de su vida militar tras años en el Ejército de Tierra, en una prueba de cruce de de cursos de agua. La mayor parte de ellos la llevaron a cabo en otras circunstancias, sin que el agua llegara a cubrirles el cuerpo, haciendo pie, e incluso en instalaciones artificiales deportivas.

¿Quiere decir que se sometió a los soldados en prácticas a una instrucción que no se correspondía con la formación y la información que habían recibido?. El trágico resultado ya es conocido.

En opinión de Antonio Granados Caballero, los militares que han declarado "han relatado los hechos conforme a lo sucedido ya que todos coinciden en lo mismo: "la falta de medios de seguridad, o condiciones meteorológicas adversas". El abogado explica que "ni tan siquiera les dieron de desayunar".

Según el abogado, "La presión y el hostigamiento fueron máximos, de ahí el cansancio elevado que pudo también afectar al desarrollo del ejercicio".

El letrado recuerda además que "no se revisó previamente a la prueba la estanqueidad de las mochilas, y que ni siquiera el Ministerio de Defensa ofrece material para hacerlo a sus soldados".

Peritos y testigos completan este jueves los tres primeros días de declaraciones por el caso ante el Tribunal Militar Central número 2

Este jueves declaran 11 personas entre testigos y peritos. Prestarán su testimonio ante el togado, el sargento designado para colocar la cuerda guía, el subteniente que rescató, sacó del agua inconsciente y reanimó a uno de los soldados que participaba en el ejercicio, los médicos forenses, los responsables médicos y de enfermería de la Brigada y uno de los agentes de la Guardia Civil.