Lo normal
Firma de opinión de la periodista cordobesa Irene Contreras
Lo normal. Irene Contreras
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En 2019 la Noche Blanca del Flamenco se presentó con un cartel compuesto exclusivamente por nombres de mujeres. Seguramente no os acordéis, porque lo de Rosalía en la plaza de toros opacó todo lo demás, pero aquella edición, contagiada del despertar feminista de aquellos años, se vendió como un homenaje al flamenco 'en femenino'. Para no confundirla con una Noche Blanca 'normal', tiñeron de violeta las letras y hasta le pintaron pestañas al flamenco del cartel. Ni los pájaros se libran de las presiones estéticas del género.
Este año la Noche Blanca del Flamenco tendrá nueve espectáculos de los cuales ocho estarán protagonizados por hombres. Sin embargo, la Noche Blanca de 2024 no lleva apellidos, ni se presenta como una edición especial, ni ha sufrido variaciones en su gama cromática, ni le ha puesto atributo alguno al flamenco de su cartel. Un programa en el que solo aparece un nombre de mujer es un programa 'normal'. Sin cuotas ni inclusiones forzadas. Un cartel que no sorprende. Un cartel de los de toda la vida. Y lo asumimos con la misma naturalidad con la que damos por hecho que el flamenco de la Noche Blanca es macho hasta que se le ponga rímel.
Ese desequilibrio que no sorprende a nadie podría ser puntual y anecdótico, pero no lo es. Podría darse a la inversa, pero no sucede. Se repetirá en unas semanas en el Festival de la Guitarra, que regresa un verano más con su eterna promesa de renovación y su característico olor a Varón Dandy. Es un patrón habitual en las programaciones de cualquier evento que se organice fuera de la órbita del 8 de marzo, por más que cada 8 de marzo repitamos que no queremos que se cuente con nosotras un día al año o un año de cada diez.
El arte construye pensamiento y narra nuestras historias, por eso decimos que no es justo que el espacio para contar historias lo ocupen siempre los mismos. Lo hemos repetido tantas veces que no me creo que al organizador de un evento, especialmente si es el Ayuntamiento, no le rechine un cartel así.
Habrá quienes digan que las feministas nos quejamos por todo, quizás los mismos que en Feria se quejaban de que la modelo del cartel no fuera una cordobesa de pura raza. Por cierto, en los últimos 14 años solo dos carteles de Feria han sido pintados por mujeres. Cada uno se indigna por lo que quiere.