José Carlos Valverde nos trae su «Historia de amor perfecta»
«De aquellas ruinas tú mi tesoro. Alma de mis huesos vacíos. Razón de un mañana. Ni si quiera me sacia decir te quiero»
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La opinión de José Carlos Valverde
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Morón de la Frontera
Al final siempre esperabas tú. Tu cariño inocente. El pulso al trabajo, mi paz interior. Acompañarte es ver siempre la luz, el día soleado, la lluvia caer abrazados, o comer chocolate en la tarde… Sentir tu mano pequeña y mis pasos más lentos. Repasar nuestras fotos, guardar tus zapatos que encogen, recoger tus juguetes contigo… mirando a lo lejos.
Echarte de menos es mi semana más larga, mi soledad más gigante. Una sombra, una amiga en la ausencia. Es querer esperarte al salir de la escuela, y verte al final de la calle correr con tus brazos abiertos…
Es aceptar la sentencia moral porque he llegado más tarde. Es hacer las guardias nocturnas, centinela del miedo, y ver somnoliento cómo respiras…
Tú, mejor hija que yo padre aprendiz. Es escuchar un: “¿puedo dormir contigo esta noche?”. Es mi sí de respuesta inmortal. Son tus bailes nocturnos, y mi cama sin sábana…
Tú mis miedos en tu rostro. Mi deseo de futuro en tu nombre. Tus pies diminutos, mi botella de agua sin agua. La cisterna negada. El no quiero bañarme. El cepillo de dientes perdido… O un poco más tarde, papá. Tu eterno no en mis consultas… Los enfados fugaces y la sonrisa traviesa.
De aquellas ruinas tú mi tesoro. Alma de mis huesos vacíos. Razón de un mañana. Ni si quiera me sacia decir te quiero. Tú mi última frase, mi única fe. Mi oración más sagrada. Al final siempre esperabas tú, hija mía. Mi historia de amor perfecta…