Europa

Estamos acostumbrados a hablar de Europa en tercera persona, como si fuese una entidad lejana, que unas veces nos fastidia y otras nos regala. Así, decimos que Europa nos obliga a cambiarnos al coche eléctrico, o que Europa está dando dinero para que los autónomos se compren un ordenador. Aunque hay que reconocer que la mayoría de las veces lo que hacemos es quejarnos de ella, de si reconoce o deja de reconocer a Palestina, de que está acabando con el campo y de que no nos entiende.

Lo que no acabamos de asumir es que NOSOTROS somos esa Europa de la que nos quejamos. Que la política y el derecho comunitario están elaborados y llevados a cabo por órganos de los que formamos parte, a través de los representantes que vamos a votar el próximo domingo. Por eso es tan importante que ese día hagamos un hueco en nuestra apretada agenda de ocio para acercarnos a nuestro colegio a votar, porque la responsabilidad de lo que mañana haga Europa está en nuestra mano hoy.