Una trabajadora de Correos en Málaga en huelga por falta de personal: "Estoy sola en la ventanilla y no puedo ni ir al baño"

Málaga

Carmen Hurtado tiene 61 años y trabaja en la oficina que Correos tiene en la avenida de Moliere de Málaga. Cada día, entre las dos y media y las cuatro de la tarde tiene que asumir, en solitario, la atención de la única ventanilla que queda operativa a ese tramo horario. Es decir, es la única trabajadora para atender a todo el personal que acude para los diferentes servicios postales. "Cuando estoy en la ventanilla sola no puedo ni ir al baño. He tenido que empezar esta huelga -con un compañero- para reclamar a la dirección que amplíe el horario laboral de mi compañero o refuerce la plantilla de forma urgente", asegura la afectada en una entrevista concedida a SER Málaga.

En huelga una semana

Esta trabajadora lleva 33 años en Correos. El pasado lunes, seis de mayo, inició huelga "porque el trabajo ha aumentado muchísimo en esa oficina; el radio de viviendas en la zona ha crecido mucho. A esto se une que teníamos una oficina en la zona que ha cerrado y nosotros asumimos todo el trabajo de esa sucursal. Entonces, el trabajo se ha disparado. Y seguimos con el mismo personal. Yo tengo la jornada completa, mi compañero tiene jornada parcial. Cuando entro a trabajar estoy un rato sola atendiendo al público, hasta que mi compañero viene. Los clientes tienen un margen de espera de mínimo media hora, a veces hasta 50 minutos, y vamos con la lengua afuera. Y no puede ser. Queremos que amplíen la jornada a mi compañero, que pongan un refuerzo y que las condiciones se mejoren un poco", se lamenta Hurtado.

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"Estamos pidiendo firmas de apoyo"

"Nosotros vamos todos los días a la puerta de la oficina a informar a la gente de lo que está pasando. Estamos pidiendo firmas, estamos repartiendo folletitos informativos de por qué estamos en esta situación. Y le estamos contando a la gente, según van viniendo, que la oficina está cerrada, porque el personal de turno tarde está en huelga. Yo entro a las dos y media de la tarde y mi compañero entra a las cuatro. Entonces, de dos y media hasta las cuatro que él entra, yo estoy sola atendiendo. Ha días que hay bastante gente, pues a lo mejor veinte personas. Pero en este tiempo, yo no puedo abandonar mi puesto. Y si tengo cinco minutos libres, me tengo que dedicar a hacer trabajo interior, que también los tengo. Pero evidentemente no puedo dejar la ventanilla, ni para ir al servicio, porque no puedo dejar la oficina sola. No puedo abandonar mi puesto de trabajo en ningún momento", señala la trabajadora afectada.

¿Qué dice la dirección de Correos?

Carmen Hurtado asegura que "absolutamente nada. No dice nada. O sea, mi jefe, el más inmediato, me apoyan verbalmente, solamente verbalmente. Yo le dije que sí, que le parecía muy bien, que ellos entendían que la carga de trabajo ha aumentado, que hay muchísima afluencia de gente y tal, y que iban a intentar solucionarlo. Pero yo les pedí que lo hicieran. Por escrito. Porque, claro, la palabra en esta situación se las lleva el viento. Entonces yo dije dámelo por escrito y ya esperaremos el tiempo oportuno. Hemos acudido al CERCLA -el servicio extrajudicial de conflictos laborales- para llevar a cabo una reunión para poder solucionar el tema y por parte de la empresa no se presentó nadie. O sea, no es que no se presentara, sino que decían que venía, que venía, que venía y no llegó nadie. Entonces nos dejaron a los funcionarios del CERCLA, a los trabajadores, al sindicato, al abogado del sindicato, nos dejaron todos con un palmo de narices. Y hasta hoy -viernes diez de mayo- no tengo noticias ninguna por parte de nadie de la empresa.

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Reivindicaciones

"Lo que pedimos es que a mi compañero, que tienen la jornada parcial, se la pongan a jornada completa para que pueda haber, por lo menos, dos ventanillas cubiertas todo el tiempo. Yo también tengo trabajo interior que hacer que antes no lo tenía y ahora lo tengo. Cuando mi compañero se incorpora, yo tengo que dejar mi ventanilla para hacer un trabajo interior que tengo que hacer. Con lo cual, la ventanilla sigue solamente funcionando una ventanilla. Un rato más. Entonces, pedimos que a mis compañeros le amplíen la jornada, a jornada completa, y que, si fuera posible, mandaran un refuerzo para las tres, cuatro últimas horas de la jornada que se pudiera atender a la gente en buenas condiciones. Porque el usuario tiene que estar esperando muchísimo tiempo", explica la trabajadora. Esta sucursal de Málaga cuanta actualmente con cinco empleados: tres en el turno de mañana y dos que están por las tardes. La entrevista, al completo, con Carmen Hurtado, ya se puede escuchar en la parte superior de esta información.

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