Córdoba se hace vieja

Según datos del INE, la media de edad de la población cordobesa es ya de 44, 38 años, Pero esa cifra, cercana a la media española es preocupante en lo que respecta a lo global. Pero en término de habitabilidad, lo verdaderamente grave es son las cifras que esto esconde. La tasa de natalidad desciende de forma vertiginosa, así como el porcentaje de población menor de 45 años en nuestra provincia. En resumen, Córdoba se hace vieja, los jóvenes se van y los niños y niñas no llegan.

La verdad es que esto no me pilla por sorpresa. A lo largo de mi juventud he tenido que ver a multitud de amigos y amigas, compañeros y compañeras que, aun queriendo quedarse, y amando esta ciudad, emigraban en busca de oportunidades. Gente formada aquí con el recuerdo de Córdoba como los mejores años de su vida, pero sin posibilidad de ejercer una vez terminada su carrera o su etapa formativa… o con posibilidades, pero eso sí, precarias y sin mucho futuro.

En un sistema centrado en lo productivo, las ciudades vivibles y construidas sobre principios de habitabilidad y de equidad como la nuestra, se ven desbancadas por junglas segregadas de asfalto y hormigón. La centralidad del trabajo obliga que tu lugar para vivir no sea el que más te gusta o en el que está la red que te sostiene, sino aquel te ofrece empleo. Quizás esa locura de la renta básica sea también una respuesta para nuestra ciudad y para la llamada “España vaciada”. Quizás hace falta poner más en el centro la vida para que las pequeñas ciudades sigan estado vivas.