Muere el niño de dos años cuya abuela recaudó fondos en Mijas (Málaga) para tratar su cáncer

Málaga

Mijas llora la muerte de Robin, el niño de dos años que luchaba contra un neuroblastoma, un cáncer de alto riesgo y agresivo que, finalmente, acabó con la vida del pequeño el pasado 15 de marzo, según ha confirmado la familia. "Lamento tener que enviarte este mensaje, Robin perdió su lucha contra el cáncer de neuroblastoma. El tratamiento de quimioterapia dejó de funcionar en Barcelona, por lo que sus padres se lo llevaron a Reino Unido de regreso hace un mes. Estaré eternamente agradecida por todo el amor y apoyo que le han mostrado a nuestra familia durante los últimos 18 meses", tal como ha explicaba Elisabeth Parkier, abuela del pequeño.

Fue precisamente ella, su abuela quien comenzó un crowdfounding en Mijas (Málaga) para poder asumir el alto coste de un tratamiento en un hospital de Barcelona, ya que -según explicó la familia en su día en la SER- se trataba de una oportunidad para que el pequeño sobreviviese a la enfermedad. Fueron muchos los que se volcaron a través de las redes sociales con la causa. También se organizó -en febrero- una jornada solidaria en un bar de Arroyo de la Miel, en Benalmádena, para recaudar fondos para el tratamiento. Un evento solidario donde se consiguió recaudar cerca de cuatro mil euros. A pesar de todos los esfuerzos de la familia, y muchos voluntarios solidarios con la causa, el tratamiento dejó de funcionar y Robin finalmente ha fallecido.

La familia del niño ha agradecido "a todas aquellas personas que se volcaron y ayudaron a la familia y al pequeño. Según abuela, la madre está dedicando el legado de Robin a instalar bibliotecas en cinco de las escuelas de su área, ya que al pequeño "le encantaban los libros".

El tratamiento contra el cáncer infantil

Tras investigar todas las opciones posibles, los médicos platearon dos hospitales donde aplicar el tratamiento para el pequeño Robin: uno en Nueva York y otro en Barcelona. Por cercanía, decidieron acudir al Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, donde el pasado octubre comenzó a recibir sus tratamientos de radioterapia e inmunoterapia, y, si todo va bien, podrá volver a casa en mayo. Otra razón para elegir Barcelona fue tener más cerca a Elizabeth (madre de Rachel), que, desde hace 24 años vive en Málaga, actualmente en Mijas, y que ha acudido ya en varias ocasiones a Barcelona para ayudarles.

Mucha solidaridad

“Estoy abrumada. La solidaridad de las personas es increíble” aseguraba entonces Elizabeth, que contaba que durante la primera jornada de recaudación de fondos se emocionó al comprobar toda la gente conocida, y desconocida, que se acercó a hacer una aportación. “Es muy bonito ver cómo la gente se ha unido por esta causa”, detalla la abuela que añade que es una situación "muy difícil y estresante para todos, pero, sobre todo, para los padres del pequeño, que tuvieron que usar los pocos ahorros que tenían y ahora viven con la incertidumbre de si lograrán recaudar el dinero" para mantener el tratamiento. Ahora Robin ya descansa en paz.

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