Tribunales

Caso Cerro Muriano: El capitán sostiene que todo estaba en orden y dice que no se explica el motivo por el que ocurrió el siniestro

El sargento confirma que las minas de las mochilas iban ‘como castigo’ y cree que el ejercicio se debía de haber suspendido porque no se daban las condiciones

Militares en la Base de Cerro Muriano Córdoba / María Eugenia Vílchez

Córdoba

Los tres militares encausados por el ejercicio mortal de Cerro Muriano: el capitán, un teniente y un sargento que estaban a cargo de la primera sección del Regimiento La Reina 2 de Cerro Muriano el día 21 de diciembre, solo han contestado en la vista del Togado Militar a las preguntas del Juez Togado, de la Teniente Coronel Fiscal, del abogado del Estado, y de sus abogados; sin embargo no han respondido a las preguntas de los abogados que representan a las familias de las dos víctimas mortales: el soldado Carlos León y el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar.

La vista se prolongó durante más de ocho horas y el capitán fue el último en declarar.

Según fuente consultadas por la SER, el militar señaló que a día de hoy 'aún no sabe qué fue lo que falló para que se produjera el siniestro'. En su declaración puso de manifiesto que no activó mayores medidas de seguridad, al considerar que no eran necesarias y que el ejercicio era perfectamente realizable. El mando señaló que la ambulancia estaba preavisada aunque sabía que no estaría en el lago sino ubicada en el campo de tiro. A su juicio todo estaba en orden. El capitán dijo no saber a día de hoy por qué el ejercicio terminó con ese desenlace.

A preguntas de los miembros del tribunal togado, el militar reveló el procedimiento seguido para programar la prueba y dijo que adelantó en un día la realización del cruce del lago, tras consultar una aplicación meteorológica que daba temperaturas más bajas para el día siguiente, para el 22 de diciembre.

Según fuentes consultadas por las Ser, los testimonios tanto del capitán como del teniente son en todo momento autoexculpatorios desde el mínimo hasta el máximo detalle de los hechos. Y en los casos de conflicto, omiten o no recuerdan al detalle el desarrollo de los hechos.

Sin embargo esos testimonios entran en contradicción con los del tercer militar encausado, el sargento de la primera sección, que en su declaración ante el togado ha reproducido con fidelidad las manifestaciones que ya hiciera ante la Guardia Civil durante las diligencias previas del caso. El sargento fue el primero en declarar el viernes y en responder a las preguntas de las partes.

Militares en Cerro Muriano. (Foto de archivo) / María Eugenia Vílchez

El teniente se enfadó y ordenó que metieran las minas como castigo en las mochilas

De los 60 soldados que tenían previsto llevar a cabo el ejercicio, una quincena, que pertenecía a la primera sección portaban una mina de 3,5 kilos en su mochila. ¿Por qué?.

El teniente explicó en su declaración que la llevaban como parte de la instrucción que estaban haciendo los soldados de nuevo ingreso dentro de Plan de Básico de Instrucción en la Unidad de Destino.

La orden de que esa mina se introdujese en la mochila la dio el teniente, pero, mientras que este defiende que se trataba de práctica habitual en la formación de los militares, el sargento explicó ante el juez que todo había venido como consecuencia de que el teniente se había enfadado con los soldados de la primera sección por un incidente con las mochilas días antes, y por eso les ordenó que metieran las minas en las mochila como castigo.

A la pregunta de por qué esas minas no las llevaban todos, el teniente argumentó que porque no había más minas disponibles en ese momento.

Los castigos están prohibidos y penados en el Ejército de Tierra. Lo están desde los años 80. La ley los considera un delito de Abuso de Autoridad y aunque están prohibidos y son sancionables, las asociaciones de militares sostienen que no están del todo erradicados del Ejército, aunque eso sí, circunscritas siempre a casos muy puntuales.

Lago de la Base de Cerro Muriano en Córdoba en el que se realizó el ejercicio en el que murieron ahogados dos militares. (Foto de archivo) / María Eugenia Vílchez

El sargento cree que el ejercicio debió haberse suspendido

En su declaración el sargento explicó que pensó que el ejercicio debería suspenderse pero, él tenía que obedecer órdenes, porque aún siendo mando de la primera sección, tenía por encima a dos superiores: el teniente y el capitán.

Los soldados de la primera sección tuvieron que salir del agua para reiniciar la práctica, porque uno de ellos perdió el fusil en el avance del vado, y el capitán le ordenó salir del agua y al resto volver a empezar.

Solo tres personas llegaron a cruzar el lago: el teniente y dos soldados. El resto empezaron a tener dificultades para avanzar, tanto por la temperatura como por no poder mantenerse a flote.

Tenían que vadear 110 metros de lago por la parte más profunda, con zonas, que cómo consta en el informe de los GEAS aumentaban desde 1,80 a 2,80 metros a medida que se avanzaba en el recorrido.

La temperatura del agua a las nueve del a mañana de 6,8º, pero se habían registrado mínimas esa madrugada cercanas a los 3,8. Ya en aquel momento veían que el ejercicio iba a ser imposible.

Él sargento recordó que a los pocos minutos de comenzar a cruzar el lago empezaron a escuchar los primeros gritos de auxilio, que él mismo vio como el cabo Jiménez tenía dificultades para seguir, y empezó a pedir ayuda para que lo auxiliaran ya que el estaba en ese momento rescatando a otro soldado que había quedado inconsciente mientras intentaba mantenerse a flote.

El propio sargento terminó teniendo que ser atendido en el hospital como por secuelas de la hipotermia sufrida, así lo relató ante el togado.

Finalizados los testimonios de los encausados, lo previsible es que el togado continúe en los próximos días llamando a declarar a los testigos y a otras personas que puedan aportar su testimonio en el caso.

Según las fuentes consultadas por la Cadena SER, tanto el trabajo llevado a cabo por la Guardia Civil en la instrucción del caso, como la labor que están realizando tanto por el Togado, como por la Teniente Coronel fiscal y el abogado del Estado, en este procedimiento, están siendo ejemplares.

María Eugenia Vílchez

María Eugenia Vílchez

Me mueven las causas justas. Me gusta contar historias y dar voz a personas que normalmente no la tienen...

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00