Funcionarios cortan el acceso a la prisión de Archidona con una barricada de fuego por el asesinato de una cocinera
Los trabajadores estudian mantener las protesta durante esta jornada de lunes
"Se tienen que dar cuenta de nuestra precariedad laboral" Rafael Paniza, secretario de Relaciones Institucionales de la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones
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Málaga
Funcionarios de la prisión malagueña de Archidona han cortado esta madrugada de lunes el acceso a la prisión de Archidona con una barricada de fuego por el asesinato de una cocinera. La protesta incluso ha evitado la llegada al centro de un autobús en el que suelen desplazarse los funcionarios que comienzan su turno por la mañana. La intención de los manifestantes es permanecer a las puertas del centro hasta el mediodía de este lunes y, de este modo mostrar su "profundo malestar" y paralizar la actividad en la cárcel. Así lo ha explicado en SER Málaga Rafael Paniza, secretario de Relaciones Institucionales de la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones. El crimen de la cocinera se produjo el pasado día 13 en la cárcel de Tarragona. La víctima trabajaba en la cocina de la prisión desde 2018 sin conflictos, aunque los servicios penitenciarios están revisando si hubo errores al valorar su itinerario de reinserción.
El reo, que cumplía los tres últimos años de una condena de once años de cárcel por asesinar a puñaladas a una mujer prostituida en 2016, hacía labores comunitarias en la cocina de la prisión desde 2018, en el marco del itinerario enfocado a la reinserción. Los Mossos d'Esquadra abrieron una investigación para esclarecer el asesinato en un caso en el que todas las hipótesis siguen abiertas. Los agentes pretenden averiguar el detonante de la agresión mortal a la cocinera.
El preso, natural de Rumanía, no se había visto involucrado desde que trabajaba en la cocina en ningún incidente ni se había mostrado conflictivo, por lo que se le mantenía el itinerario para la reinserción con trabajos comunitarios. De hecho, estos trabajos comunitarios, que dan cierta libertad de movimientos al preso en la cárcel, no están vinculados al delito por el que fue condenado, hasta el punto de que un porcentaje muy elevado de los internos que ejercen este tipo de labores en el centro de reinserción cometieron delitos violentos, según las fuentes.
Por el momento, no consta que el preso, que según estas fuentes no sufría ninguna patología mental, hubiese asediado a la cocinera a la que supuestamente mató con arma blanca para, posteriormente, suicidarse. En su evolución en la cárcel no constaba tampoco ningún comportamiento previo que hiciera pensar que pudiera tener una reacción violenta, según las fuentes.
El interno fue condenado por la sección cuarta de la Audiencia de Tarragona en abril de 2018, a partir del veredicto de un jurado popular, a 11 años de cárcel por un delito de asesinato con las atenuantes de embriaguez y confesión.
Jesús Sánchez Orellana
Director de contenidos de SER Málaga. Cubre además la información turística para la Cadena SER en Andalucía....