Escucha «Una de cal y otra de vizcaína», con Marcos Martínez
Como cada jueves, la opinión de nuestro colaborador

Marcos Martínez / Radio Morón

Morón de la Frontera
Estaba entregado a los brazos de Morfeo cuando el despertador me hizo regresar del mundo onírico, para traerme al no pocas veces desagradable mundo real. Es lo que tiene ser un currante. Mientras me encontraba bajo el agua de la ducha, pensé en el bienestar que tendrían los millonarios, que no tienen que doblarla para vivir a cuerpo de Emérito. También pensé que hay trabajos mucho peores y que no me gustaría realizar. Un ejemplo: no quisiera ser maestro. No por tener que manejar 25 o 30 mocosos gritando. Lo verdaderamente insoportable sería aguantar a los padres de esas criaturas.
Después, están los trabajos a los que se les acumula la faena de forma exponencial. Por ejemplo, los que valoran la dependencia en Andalucía, los que trabajan en los juzgados... y el que tiene más tarea de todos: Dios.
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Una de cal y otra de vizcaína, de Marcos Martínez