Los mil detalles del incienso cofrade se analizarán en una conferencia promovida por la Cofradía del Abuelo de Jaén
Vainilla, mirra, olíbano, canela, romero, estoraque, clavo y un sinfín de aromas forman parte del imaginario cofrade colectivo durante la Semana Santa y también durante esta cuaresma que ya estamos viviendo
Jaén
Los mil detalles del incienso cofrade se analizarán en una conferencia promovida por la Cofradía del Abuelo de Jaén. Vainilla, mirra, olíbano, canela, romero, estoraque, clavo y un sinfín de aromas forman parte del imaginario cofrade colectivo durante la Semana Santa y también durante esta cuaresma que ya estamos viviendo. Son los sahumerios que nos teletransportan inmediatamente a la infancia, cuando de infantes acompañábamos a nuestros familiares a las procesiones durante los días de Semana Santa.
Pues bien, este miércoles 28 de febrero, a las 11.30 horas, la Cofradía de la madrugá jiennense nos ofrece una oportunidad de oro para conocer más en profundidad los detalles, olores, variedades y orígenes del incienso cofrade. En la sede que El Abuelo tiene en la calle Bernardo López 2 bajo se ofrecerá una charla sobre el incienso a cargo del conferenciante Antonio Juviñá Valenzuela, de la empresa ‘Inciensos de Sevilla’. Además, ha preparado un incienso especial para la procesión de la Madrugada. Una charla dinámica e interesante, donde aprender el proceso de elaboración y el significado de cada uno de sus ingredientes. Y otro apunte, porque este martes Antonio Juviñá Valenzuela estará por la tarde en la tienda de la cofradía para los interesados en comprar o ver los productos que trabaja esta empresa.
La palabra incienso proviene del latín ‘incensum’, participio de incendere que significa "quemar" o "encender". Se trata de una preparación de resinas aromáticas vegetales, a las que a menudo se añaden aceites esenciales de origen animal o vegetal, de forma que al arder desprenda un humo fragante. Como una forma de perfume, en la antigüedad se usaba para mejorar el olor en las viviendas o, incluso, en las calles. También se creía que el sahumerio con incienso permitía a los fieles comunicarse con los dioses. Habitualmente, el incienso se quema sobre pastillas carbón y es fácilmente visible en los incensiarios que portan los hermanos o hermanas ante los pasos o tronos de las Cofradías y Hermandades de Semana Santa.