Un Córdoba sin pegada vuelve a dejar escapar dos puntos (0-0)

Córdoba

El Córdoba dejó escapar dos nuevos puntos y sigue dando signos de agotamiento, en lo físico y en lo futbolístico. No se jugó a casi nada, salvo arreones con más corazón que cabeza y todo fiado a la calidad de Carracedo, que a pesar de ser el único que creó algo de peligro, fue sustituido para dejar en el campo al inédito Adilson.

Fue un partido difícil de describir. El Córdoba fue incapaz de marcar un gol a un Murcia excesivamente conservador que se limitó casi todo el partido a mantener el empate y al que le salió bien la jugada. Este Córdoba, simplemente, no tiene pegada. Tiene verdaderos problemas para hacer goles y la mayoría de las ocasiones que crea se quedan en nada, en centros estériles desde la banda y poco más. Así la segunda vuelta se va a hacer muy larga. Queda pocos días para que lleguen fichajes pero hay que acertar y sobre todo, gastar algo más de dinero para que no solo vengan dos jugadores. Hacen falta más refuerzos si de verdad se quiere apostar por el ascenso.

Esta noche, el Córdoba dio sensación de impotencia, de querer y no poder, de no saber muy bien a qué quería jugar. Además, los cambio de Iván Ania no solo no mejoraron al equipo, sino que dejaron la sensación de que fue a peor.

No es cuestión de rasgarse las vestiduras porque queda mucho por delante, pero urge cambiar cosas y sobre todo, fichar bien. Un delantero centro de verdad y un defensa central, pero además, hace falta algo más en las bandas.

El partido en sí fue un pestiño. El Córdoba siempre llevó la iniciativa, pero sin pegada alguna. Toril tuvo la única ocasión clara (clarísima) al minuto de comenzar, pero la falló delante del portero. El resto, llegadas sin peligro y un sinfín de córners que nunca encontraron rematador. Solo Carracedo lo intentó en la primera parte.

Tras el descanso el encuentro se igualó un poco, pero el Murcia apenas creó una ocasión en los 90 minutos y fue muy al final. Los de Ania solo llegaron a ráfagas y no crearon peligro de verdad en toda la segunda parte. Los cambios, algunos incomprensibles, empeoraron al Córdoba y dejaron la sensación de que soñar con jugar el play off va a ser difícil si no cambian algunas cosas.