Jaén

María del Carmen Montes del Árbol confirma que “para La Lanzada, el Jueves Santo de 2025 en Jaén será el día más esperado, el día grande”. Así lo ha dicho, en declaraciones para Radio Jaén Cadena SER, la hermana mayor de esta nueva Hermandad de Semana Santa de la capital jiennense que no podrá procesionar este 2024, aunque será también un año muy especial para ellos. La Semana Santa se encuentra a la vuelta de la esquina. Además, será un tiempo cofrade muy tempranero puesto que el 14 de febrero, en menos de un mes, ya celebraremos el Miércoles de ceniza que dará paso a un periodo de cuarenta días hasta que llegue un tempranero Domingo de Ramos previsto para el 24 de marzo.

Una Semana Santa que en Jaén capital se presenta especial, porque si la de 2023 acababa con 20 hermandades pasionistas en la nómina cofrade, este 2024 ya son 21 con la incorporación de La Lanzada. Sin embargo, se da la paradoja de que este año procesionarán nuevamente 20 hermandades de pasión, al no poder incorporarse los dos bellos titulares de La Lanzada a las calles de Jaén durante los días de Semana Santa. La razón es que aún hay muchas cuestiones que solventar, como la apertura de la puerta en la Parroquia o la adquisición del paso procesional entre otros.

Protagonistas del Vía Crucis

María del Carmen Montes del Árbol, Hermana Mayor de La Lanzada tras las elecciones realizadas el pasado 10 de septiembre, recuerda que aunque no podrán realizar aún estación de penitencia en la Semana Santa, el próximo Miércoles de Ceniza serán protagonistas ya que el Cristo de las Aguas fue elegido por la Agrupación de Cofradías de Jaén para realizar el Vía Crucis oficial. “El 14 de febrero va a ser un día grande para nosotros. La verdad es que no esperábamos llegar a ser Hermandad y que ya pudiéramos celebrar con el Cristo de las Aguas este Miércoles de Ceniza”

Desde la Hermandad de La Lanzada ya se piensa a un año vista, en ese futuro Jueves Santo de 2025. Montes del Árbol nos explica qué supone para ella, y para la cofradía en general, ese momento. “Pues la verdad es que yo todavía no me puedo imaginar cómo será ese día. Imagino que para nosotros será el día más esperado, el día grande, el día en el que nos veremos por primera vez en la calle. Imagino que el paso estará en primera fase, aunque no lo sabemos todavía. Ver a las Imágenes salir por la puerta, no sé como describirlo. Quizás ese día los hermanos de La Lanzada no tengamos palabras al ver cumplido ya ese sueño de tantos años”.

Objetivos con tres aristas

Como señalábamos, La Lanzada tiene mucho trabajo por delante para poder ejecutar esa ansiada primera estación de penitencia por las calles de Jaén. En lo que están ahora mismo a destajo, lo confirmaba la hermana mayor, es con la apertura de una puerta en la Parroquia de la Inmaculada y San Pedro Pascual. “Este año no vamos a poder hacer estación de penitencia porque, la verdad, hay muchísimas cosas que afrontar. Y lo primero es la apertura de la puerta de la Parroquia para que, desde allí, podamos realizar nuestra estación de penitencia. Luego necesitaríamos también el paso procesional en su primera fase para poder salir. Y, como no, ya que representamos al misterio de la Sagrada Lanzada qué menos que tengamos a Longinos en ese paso. Por lo tanto, es imposible e inviable llegar a la estación de penitencia de este año sin tener cumplidos esos tres objetivos”.

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Hubo muchos rumores iniciales sobre las distintas posibilidades del día elegido para procesionar por las calles de Jaén. Aunque inicialmente se habló del Viernes Santo por la mañana, para una mayor coherencia con el misterio que representará la Hermandad, finalmente se han decidido por el Jueves Santo en la mañana. Un hueco de la Semana Santa que permanecía huérfano hasta ahora y que se presenta indudablemente como una gran idea por parte de La Lanzada que ya cuenta, a día de hoy, con una espectacular nómina de 355 hermanos y hermanas.

Los Titulares de la futura Cofradía jiennense ya son parte de la ciudad. Primero fue María Santísima Reina de los Ángeles, bendecida en 2016 y tallada por el imaginero y restaurador tosiriano José Miguel Tirao Carpio. Y posteriormente llegó el bellísimo Cristo crucificado, Nuestro Señor de las Aguas, tallado por el mismo imaginero.