La razón que explica la retirada de Niños Mutantes

Granada

Treinta años, doce discos, algunos hijos, miles de kilómetros. "Estamos vacíos; no tenemos más", dice Nani Castañeda, el batería de Niños Mutantes, el culpable hace unos meses de sumir a la banda en un proceso de reflexión que ha desembocado en la despedida. "Les dije que teníamos que hacer algo grande para nuestro treinta aniversario", cuenta, y añade entre risas -como no esperando un desenlace así- que "entonces supimos que no teníamos fuerzas para meternos en otro disco ni en otra gira".

Así, y por un motivo puramente biológico, un día se subieron los cuatro a la vez en su noria de la vida y los cuatro se bajarán también juntos... aunque después de una gira que Nani no se atreve a desmentir "porque entendemos que hay que abrir más fechas; las entradas se están agotando en nada".

"Está siendo una locura", dice. Ni él ni los otros tres miembros de la banda han "parado de llorar", de atender mensajes y muestras de cariño. De momento, la banda ha anunciado dos conciertos, en Granada y Madrid, para echar el telón a una carrera que finaliza en su cumbre de popularidad y de creatividad, y para dejar errantes a miles de niños que con ellos o dejaron de serlo o lo serán para siempre.