Lo auténtico

Córdoba

Buenas tardes José Manuel, buenas tardes paisanos. Si hay un sector económico que ha recibido atención y cuidados en los últimos años en toda España ha sido el hostelero. Lloraron en la primera fase de la pandemia en 2020, lloraron después porque el verano no fue como de costumbre y siguieron llorando, a pesar de haber recibido ayudas impensables en otros momentos. No hay que meter, sin embargo, a todos en el mismo saco y por eso me alegro de la decisión del ayuntamiento de ofrecer a determinados establecimientos la posibilidad de tener un sello propio como Taberna Histórica. Las condiciones las conocen ustedes. No las puede cumplir cualquiera. Esas tabernas que surgieron hace pocos años, especialmente en barrios relativamente nuevos, todas con nombre rancio, pero decoradas en un estilo que yo llamaría Ikea-andaluz, no tendrán posibilidad según las bases. Sí la tendrán tabernas que, en algún caso lo siguen siendo, y en otros hace tiempo que se elevaron a la categoría de restaurante. Suelen mantener muchas el viejo espíritu de un lugar de reunión de parroquianos de la zona, de gente que se conoce y que parecen formar parte del decorado. Son lugares auténticos, donde la decoración no ha salido de una fábrica China y que no son reproducibles como una franquicia en cualquier otra parte del mundo. Y eso es lo importante. Hace poco estuve visitando a la familia y la última parada fue la estación de trenes de Málaga antes de dirigirme al aeropuerto. Quería tomarme algo allí antes de subir el cercanías, pero no fui capaz. Entre la campana de los tacos, los pollos de Ketucky y otras delicias globales, preferí quedarme con el gusto del último homenaje que me había dado en Córdoba. Así que, todo lo que ayude a evitar que el casco antiguo de Córdoba se convierta en un centro comercial similar al de una estación de tren, será una buena idea.