¡Pasajeros al tren… con paciencia!

Sevilla

El tren está saturado por el aumento de viajeros y por las obras en la red. Fatal coincidencia. El tren ha perdido la vitola de la puntualidad. Ocurre con los trayectos de Cercanías y con la Alta Velocidad. De pronto se nos ha caído la percepción que teníamos del tren como un medio de comunicación cómodo y puntual. El tren esta desbordado de usuarios: el turismo masivo y los bonos gratuitos han disparado la demanda.

Le ocurre al tren de hoy como a las capitales con el turismo masivo: somos más y por lo tanto necesitamos más servicios, somos más porque a los que vivimos aquí hay que sumar los visitantes, que son ya miles a diario, no sólo los fines de semana. Necesitamos más contenedores de basura como necesitamos trenes mejor organizados. Y no olviden las obras. La línea Madrid-Sevilla estrenada en 1992 necesita mejoras que efectivamente se ejecutan, pero que no terminarán hasta dentro de tres años. Incierto futuro el del tren, al menos a corto plazo.

La sociedad crispada de hoy admite pocos fallos. Las redes se incendian con los retrasos y los parones. Los trabajadores sufren las iras del público.

Nada es permanente. Todo lo que era sólido se puede caer. ¡Pasajeros al tren… con paciencia! Y con la esperanza de volver a esos años en que era noticia que un AVE llegara fuera de hora. Mucho debemos al tren. Necesitamos el tren, el medio de comunicación que nos permitió no descolgarnos del resto de España en el 92. Nuestro futuro es mucho peor sin trenes de calidad.