Guadalquivir: ¿Río vivo?

Córdoba

Asomarse al río Guadalquivir a su paso por Córdoba siempre es agradable. Contemplar las innumerables especies de aves que se refugian en sus orillas y se alimentan de sus aguas es, cuando menos relajante. Si, además estamos acompañados por alguien que conoce cada una de estas aves con todo lujo de detalles, entonces la experiencia se convierte en inolvidable y enriquecedora.

Así, desde la orilla izquierda del Guadalquivir, y con la Mezquita Catedral al fondo, en Hoy por Hoy Córdoba hemos contemplado los Sotos de la Albolafia en compañía de Pepe Larios. El histórico ecologista cordobés se ha convertido, con el paso de los años, en un gran aficionado a la ornitología. Donde la mayoría de los turistas que cruzan por el Puente Romano solo ven pájaros, el ve más de una docena de garcillas diferentes, cada una con su pico y plumaje característicos.

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Es temporada baja en los Sotos de la Albolafia. "En esta época del año ya se han ido las aves que estaban aquí veraneando y todavía no han llegado las que vienen a pasar el invierno" nos ha explicado Pepe Larios. A pesar de esto, Larios recuerda que "cada tarde vienen a dormir a la pajarera junto al Molino de Martos mas de millar y medio de ejemplares de Garcilla Bueyera, que estos días son las que más abundan en el río". También es fácil ver estos días (si sabes distinguirlas, claro) garzas reales, garcetas, o martinetes que se alimentan, en muchos casos, de los peces que todavía nadan en sus aguas, y en otras ocasiones de los cangrejos que también abundan.

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Las orillas del Guadalquivir y el entramado boscoso de los Sotos de la Albolafia sigue siendo un lugar seguro y bien protegidos para miles de aves. No ocurre lo mismo con las aguas del río. "La sequía ha venido a agudizar el problema de la contaminación del agua del Guadalquivir a su paso por Córdoba", ha explicado el catedrático de Zoología e la UCO Carlos Fernández, quien ha señalado que "la salud del río es bastante pobre". "Con menos caudal de agua la contaminación que arrastra el río se concentra y la calidad del agua empeora", ha añadido.

El otro gran problema del Guadalquivir es la presencia de especies invasoras. "En los últimos cien años, con la construcción de las presas de Alcalá del Río y Cantillana, las especies migradoras, como el Esturión, ya no pueden remontar el río", ha explicado Carlos Fernández