Jaén

Salir por la mañana a la calle a dar un paseo, desayunar en una buena churrería de las que hay en la capital o simplemente sentarse en un banco de una de las bellas plazas del casco histórico de Jaén, son acciones que realizan cada día miles de personas. Actos que pese a su simpleza no puede realizar la protagonista de nuestra noticia, Consuelo, que lleva años sin poder salir a la calle. La última vez que lo hizo fue para ir corriendo al Hospital. Ahora, con 46 años, más de 100 kilos y una enfermedad degenerativa importante, solo pide que alguien la ayude para que el sol pueda darle un rato en la cara.

Consuelo Moreno reside en la calle Hornos Negros, en pleno casco histórico de la capital, en un piso 1º sin ascensor que para ella se ha convertido en un infierno, según relata su marido, Emilio Moreno. "Tiene 46 años, pesa 150 kilos y vive aquí encerrada, solo sale a la calle cuando tiene que ir al médico, y para ello tienen que venir 4 hombres a ayudarnos a bajarla", explica.

Es complicado que esta jiennense salga a la calle porque las escaleras del piso, al que han tenido que adaptar el cuarto de baño y quitar todas las puertas, están muy pendientes y muy estrechas. "Hemos intentado poner una escalera eléctrica pero a ella no le llega eso", añade Moreno.

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Consuelo contrajo una una paraparesia espástica que le viene de la médula justo después de dar a luz a su primer y único hijo, hace 17 años, y desde entonces su estado de salud ha ido empeorando. "Cada día está peor, está muy mal, en una depresión y todo", nos cuenta su pareja, que además añade que esta semana ya ha caído dos veces al suelo.

Por todo, lo único que piden es que alguien les ayude, ya sean las instituciones o cualquiera a título individual: "Que nos ayude el Ayuntamiento o alguien que se le mueva la conciencia porque nosotros tenemos dos pensiones y debemos una hipoteca importante, de 100.000 euros. Estamos dispuestos a cambiarnos de casa, donde sea, pero claro la vivienda que necesitamos tiene que ser adaptada", explica Emilio Moreno, que ya tiene también ansiedad y pide al personal de Asuntos Sociales municipal que vaya a la vivienda y vean el problema de su mujer, que con 46 años no puede ver la luz.

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"Puedo llevar sin salir años y años"

Por su parte, Consuelo admite entre lágrimas, que apenas puede secar por su enfermedad, su pésimo estado mental, indicando que está muy agobiada de verse que no puede salir y de ver a sus familiares que no pueden hacer nada más que cuidarla en la vida. "Hace poco salí porque vinieron los médicos y me hicieron un electro y me salió alterado, por lo que me tuvieron que bajar a Urgencias creyendo que era un infarto. Pero salir para otra cosa como merendar con mi marido y mi niño... puedo llevar años y años", señala.

Esta jiennense cumplió 46 años en junio y solo pide una cosa, "una casa en llano" de la que pueda salir y no depender de tanta gente. "Me da mucho miedo cuando me bajan y me suben por las escaleras porque el día que se le vaya a alguno el pie no me perjudico yo, perjudico a los demás también. Ya cierro los ojos y no los abro hasta que estoy arriba del miedo que me da", relata Consuelo a la vez que mira hacia arriba con cara de sufrimiento.