Córdoba

La Diputación de Córdoba prácticamente ha descartado la ultrafiltración como sistema de potabilización para el agua del pantano de La Colada, actualmente declarada por la delegación de Salud de la Junta de Andalucía como no apta por el consumo. El sistema no es capaz de reducir los niveles de carbono orgánico total presente en el recurso hídrico que a día de hoy se bombea hasta la Estación de Tratamiento de Agua del embalse de Sierra Boyera para el abastecimiento de 80.000 vecinos del norte de la provincia. Así lo ha avanzado el presidente de la institución provincial, Salvador Fuentes, durante un desayuno informativo organizado por El Día de Córdoba (Grupo JOLY).

Así que ahora todos los esfuerzos técnicos se centran en la ósmosis, un tratamiento físico químico para eliminar iones, moléculas y partículas. Fuentes estima que en el plazo de una semana puedan conocerse los resultados de la experimentación con este procedimiento, que inicialmente parecen prometedores "por ser capaz de disminuir los niveles de carbono por debajo de los 5 microgramos por litro", pero advierte de la "enorme complejidad" de ponerlo en marcha.

Así, se estima que la construcción de la planta de tratamiento por ósmosis requeriría una inversión de seis millones de euros y además se requiere un mantenimiento cuyo coste se estima en más de 100.000 euros al semestre. No es el único inconveniente: cerca de un 40 % del agua que se trata de este modo tiene que ser desechada y se convierte en un residuo, "por lo que hablamos de un impacto medioambiental que hay que considerar", ha remarcado Fuentes al tiempo que imploraba por lluvias en las próximas semanas.

Actualmente, el embalse de La Colada se encuentra al 60 % de su capacidad, pero como los vecinos de 24 municipios no pueden consumir este agua, la institución provincial ha tenido que fletar camiones cisterna que recorren la provincia con cerca de 180.000 litros del recurso hídrico. Entre la inversión en gasoil para los sistemas de bombeo de la obra que realizó el Gobierno de España de emergencia y el servicio de camiones cisterna, la Diputación dedica 7.000 euros diarios al abastecimiento de la zona norte.

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Al respecto, el presidente de la institución provincial ha recordado que ya se trabaja con la Junta de Andalucía para que sea la administración autonómica quien asuma la modernización de la planta potabilizadora de Sierra Boyera. "Es algo que gobiernos de PP y PSOE en la Diputación hemos ignorado durante décadas y que ahora tenemos que solucionar", ha referido al tiempo que ponía sobre la mesa que "será la Junta quien tenga que asumir la electrificación definitiva de la estación de bombeo de agua de La Colada, lo cual nos permitirá incluso aumentar el flujo de agua que se envía a las distintas localidades".

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Salvador Fuentes se ha mostrado firme a la hora de volver a reclamar "que se ponga en marcha el trasvase entre Puente Nuevo y Sierra Boyera, que es la solución que plantean los técnicos". "Así se lo exigiré al Gobierno de la nación, ocupe quien ocupe la Moncloa", ha sentenciado asegurando que "existe una partida presupuestaria que quedó difuminada y vamos a reivindicar que se recupere".

Actualmente, el embalse de Puente Nuevo se encuentra al 11 % de su capacidad

Menos rotundo se ha mostrado Fuentes a la hora de ahondar en las causas que generan los altos niveles de toxicidad en el agua de La Colada, pues dice, "no podemos generar problemas a la ganadería, que es lo que da de comer a buena parte de la población en la zona".

Pero en materia de agua, el norte de la provincia no es la única preocupación de Fuentes. "El pantano de Iznájar está casi vacío, al 15 %; y el agua embalsada en Martín Gonzalo no supera el 16 % de su capacidad", ha recordado. Este último pantano da servicio a nueve municipios, pero si no llueve, será complicado que se mantenga el abastecimiento más allá del mes de mayo de 2024.

SITUACIÓN CRÍTICA DE EMPROACSA:

A estos retos se enfrenta Fuentes, quien ha calificado de "agujero contable" la situación financiera de la empresa provincial de aguas, EMPROACSA, que "podría terminar el año con diez millones de euros de pérdidas". Ha señalado los incrementos de costes, la subida del precio de la energía y las actuaciones excepcionales que han tenido que acometerse durante el actual ejercicio, pero también ha puesto de relieve la "necesidad de hacer una revisión de tasas, que no hemos subido durante la pandemia".

"La ciudadanía tiene que aprender a valorar el agua como un recurso fundamental para el presente y para el futuro", ha referido el presidente de la Diputación para asegurar que "a día de hoy, pagamos una miseria por el agua que consumimos". Así, ha reivindicado que "los impuestos y tasas son la única inyección posible de financiación que tienen nuestras empresas públicas y si queremos mantenerlas así, no queda otra que actualizarlas en agua y residuos".