El Sofrito, "la cocina de nuestras madres" en el Parque Alcosa y, próximamente, en Sevilla Este

Sevilla

Nuevo capítulo este martes, el último del mes de agosto, de la sección más refrescante en nuestro Hoy por Hoy de Verano Sevilla, ¡Qué rica está la cervecita!, que para la ocasión se ha ido hasta el Parque Alcosa, en concreto hasta la esquina de las calles Emilia Barral con Beata Ana María de Javohuey, justo al lado de la iglesia donde tiene su sede la cofradía del Divino Perdón, donde se encuentra el bar-restaurante El Sofrito, que encierra tras su nombre una cocina de calidad, innovadora y asequible. En definitiva, "la cocina de nuestras madres" que, próximamente -a finales de octubre-, abrirá sucursal en Sevilla Este junto a la Comisaría de Policía.

En El Sofrito les gusta mimar sus platos tanto como a sus clientes. Si eres amante de la cocina de mercado, de un buen vino y de un ambiente acogedor en el que sentirte bien atendido, gracias a un amplio equipo, y juntarte con tu gente, aquí está tu casa.

Para disfrutar con amigos, en pareja, con compañeros de trabajo o en familia. La misión de El Sofrito es que saborees y compartas los mejores placeres de la comida mediterránea con quiénes más quieres.

Para ello, han creado un mundo diferente. Un lugar de mezclas deliciosas en el que probar platos de toda la vida, guisos a fuego lento o elaboraciones nuevas con sabores diferentes y exóticos. Tapas originales, platos de cuchara, arroces calentitos y al dente, carnes de hasta 6 denominaciones de origen diferentes, pescados frescos, postres caseros,… ofrecen una carta variada y de calidad, basada en productos saludables y de proximidad, entre los que me van a permitir destacar las croquetas de caña de lomo o la ensaladilla de puchero. Sí, han leído bien, de puchero.

Su chef, el amigo José Manuel Galindo, ha heredado de su madre el gusto por la cocina, por los guisos a fuego lento y por los sabores de toda la vida. Con 20 años entró a trabajar en las cocinas del Hotel Los Lebreros de Sevilla y desde entonces ya no pudo parar de aprender en Casa Robles, Abades Triana..., de investigar, de formarse y de buscar la manera de innovar y hacer nuevas aportaciones a su profesión. Ha participado en grandes eventos culinarios y se ha enfrentado al reto de alimentar a grandes personalidades del mundo deportivo y de la Casa Real.

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Pero su verdadera gran ilusión ha sido apostar, junto a su pareja, Nandy Jiménez, por un proyecto personal y abrir un local propio en el que poder desarrollar su propuesta gastronómica. Han creado El Sofrito con la emoción de quien abre las puertas de su propia casa para ofrecer lo mejor de su larga experiencia culinaria y cuidar juntos hasta el más mínimo detalle de su restaurante, incluidos la amabilidad y el servicio.

Un trabajo de superación e innovación con el que quieren ofrecer una cocina de calidad y honesta, basada en el cuidado del producto y el esfuerzo diario de un gran equipo.