Esther, la jiennense que no pudo esperar más y vino este martes al mundo en un taxi camino al hospital

Jaén

Dentro de la preparación de un parto las parejas suelen tener todo controlado. La ropa del bebé, la silla del coche, la maleta de los propios padres para los días que se pasan en el hospital y hasta una lata de leche en polvo por si el bebé no puede alimentarse de forma natural. Todo puede estar más o menos preparado menos la llegada al mundo del bebé, ya que la fecha y el sitio lo suelen decidir ellos. A veces, con historias tan curiosas como la que tenía lugar este pasado martes en Jaén, cuando Silvia, embarazada de 9 meses, daba a luz a su séptima hija, Esther, en el taxi que la llevaba de camino al hospital.

En el programa 'Hoy por Hoy Jaén' hemos hablado con la madre y con el taxista, Santi Jiménez, que nunca había vivido una experiencia de este tipo. "Estaba en una parada y me saltó un servicio para el Arco de la Alameda. Yo me dirijo normalmente y según voy llegando veo a una muchacha apoyada en el arco y pensé que se había caído. Cuando llego se abre la puerta y se monta el marido y me dice: estamos de parto", explica el taxista.

A partir de ahí la aventura aumentó de revoluciones. "Les dije que se montaran rápido y fuimos todo lo rápido que nos dejó el tráfico. Pero pasó una cosa, nosotros teníamos prisa pero la bebé parece que más. Llegamos a Urgencias y mientras el marido pedía una camilla intenté ayudar a la mujer, aunque cuando abrí la puerta del taxi ya vi que estaba el bebé con la cabeza fuera, vamos que Silvia había parido en el taxi", reconoce Santi.

"Tenía la cabeza fuera"

Silvia también ha contado su versión de la historia, en un parto que duró prácticamente 10 minutos. "Yo poco antes de llamar al taxi tenía pequeñas contracciones, pero no esperaba que fuera tan rápido. Lo que tardé en llamar al taxi me dieron más fuertes y en los cinco minutos que tardó en llegar me empezaron a dar todavía más. Una vez que entré al taxi es que me estaban dando ganas de empujar, y eso no se puede aguantar. Ya me noté que tenía la cabeza fuera", señala. El mérito de Silvia fue todavía mayor porque en los alrededores del hospital se la sacó ella sola, "porque ya tenía medio cuerpo fuera"." Me bajé un poco el pantalón, la cogí yo, me la saqué y me la puse en el pecho. Cuando salieron los médicos y los enfermeros ya la tenía yo en brazos", ha contado a Radio Jaén haciendo hincapié en el instinto de madre, que te sale por naturaleza, dice.

Esther, que así se lama la niña, está perfecta, según los pediatras que la vieron, e incluso en las próximas horas van a recibir el alta, tanto ella como la madre, que además ha reconocido en la radio que todos sus anteriores partos habían sido muy buenos y sin complicaciones, "pero no tan rápidos". Da las gracias a Santi, que además de conducir el taxi le fue tranquilizando durante el camino y se llevó después, junto a la madre, una ovación de todo el personal del hospital que salió a atenderlos a su llegada.

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Ahora los esfuerzos de Silvia se concentran todos en Esther, que solo tiene un día de vida pero una gran anécdota que contar para siempre.