El cine como fabricante de mitos

Cádiz

Manolo Solo, Carlota Pereda y Jaume Ripoll vivían lejos de los grandes centros del cine, pero compartían un sueño: dedicarse a él. Moderados por Paloma Rondo, los tres dialogaron en el Congreso del Bienestar de Cádiz sobre lo que supone fabricar mitos con su trabajo, sobre la ilusión que supone crear.

Paloma Rando preguntó sobre lo que supuso para sus familias saber que querían dedicarse al cine. "La cultura es aquello que plantea preguntas, y el entretenimiento es aquello que te evita que las plantees", dijo Jaume Ripoll. "Uno de los problemas de la sociedad actual es gestionar la abundancia. Tenemos acceso a todo. El problema no es el dinero, sino el tiempo", añadió.

Carlota Pereda defendió en su intervención que el buen cine puede ser divertido. "Existe la posibilidad de hacer un cine de autor, pero que sea entretenido, divertido". Pereda reconoció ser espectadora antes que directora.

Manolo Solo reivindicó también el cine de evasión como actor y espectador. "Hoy se ve más cine de lo que se veía hace años". Jaume Ripoll apostilló que "ahora hemos dejado de ver, y hemos pasado a consumir, hemos pasado del cinefilia a cinefagia, de hablar de cine a hablar de contenido".

ESPECTADORES

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Los tres reflexionaron sobre el papel que tienen los espectadores. "Hay muchos jóvenes que tienen el ansia de ver todo lo que puedan", aportó Ripoll. Carlota Pereda señaló también el papel de las productoras y plataformas. "También condicionan qué proyectos salen adelante", y Manolo Solo recordó que hoy en día existe información constante de lo que gusta más a la gente, lo que condiciona lo que se apoya o no.

También Ripoll destacó el papel que "la impaciencia crónica" del espectador, que exige máxima acción y no soporta que en la pantalla no suceda nada. Son algunas de las claves del consumo actual. Los tres también hablaron del poder de las series, de las claves del lugar donde se ven las películas, del impacto que generan actualmente títulos. "La gente tiene pánico a perderse", apuntó Ripoll.

CONEXIÓN Y RESPONSABILIDAD SOCIAL

El promotor de Filmin cree que ahora la sociedad ve cine conectada, frente a la anterior generación donde el fenómeno del cine se vivía en un grupo familiar o de amigos. Ripoll puso el ejemplo de que cintas como As Bestas o Alcarràs hablaran de las renovables y sus efectos, pero ese debate apenas haya sido mencionado en los comentarios a las películas. "El cine está reduciéndose a cifras".

¿El cine tiene una responsabilidad social?, preguntó Paloma Rando. "Toda mirada es política", respondió Pereda. "Lo que no nos pueden es tratar como bebés, el cine no puede ser es maniqueo. Y una obligación del cine es que sea diverso, nunca homogéneo".

Manolo Solo cree que a un actor lo define su carrera, pero también los proyectos a los que ha dicho que no y los que te hubiese gustado hacer. "El ego de los actores hace que te fijes si brillan tus personajes, si tienen luces y sombras, que es lo más interesante, sin duda". Carlota Pereda reconoció que le gustan las películas que plantea un conflicto. Jaume Ripoll aseguró que lo que le interesa es la singularidad, y el riesgo.

Paloma Rando , quien cree que en España hay poco cine político, cuestionó sobre si el cine puede ayudar a crear conciencia social. Jaume Ripoll puso el ejemplo de "Te doy mis ojos", que abrió el debate sobre la violencia de género, pero rechazó el éxito de "La vida es bella", una película que abomina por la imagen que ofrece del holocausto.

La conversación terminó abordando en la capacidad de las películas en hacer pensar, en hace reflexionar por encima de su género, con el ejemplo de "Cerdita", el éxito de Carlota Pereda. Y Jaume Ripoll, a preguntas de un espectador, quiso dejar un mensaje optimista. "Mi madre lloró cuando le dije que me iba a dedicar al cine, y estamos viviendo un gran momento. La industria audiovisual de España está generando trabajo, tiene presente y futuro".