Pesar en Algeciras por el fallecimiento de Juan Guerrero Soriano

Algeciras

Lo relata Alberto Pérez de Vargas, Juan Guerrero estaba en el instituto pero tuvo que dejar los libros y colocarse la palomita para comenzar a servir como camarero en el Bar Miramar, muy cerca de la Acera de la Marina. Desde allí fue a trabajar al Hotel Sotogrande y cuando la huelga de la hostelería en los setenta, decidió que era momento de emprender y, con la ayuda de los amigos y la familia montó, en el Barrio de Estrecho de Madrid, su Mesón Algeciras.

Un Mesón Algeciras que comenzó recibir las visitas de los nostálgicos de la tierra que, enterados de la existencia de ese rinconcito en la capital, no dejaban pasar la oportunidad acudir allí a tomarse una copa de vino de Jerez y una tapa, pues su cocina se popularizó enseguida.

No tardaron en aparecer por allí el profesor Alberto Pérez de Vargas, el que fuese director de Radio Algeciras, recién llegado a Madrid entonces, Sergio González Otal o el mismísimo Ignacio Villaverde, a quien también hemos recordado hoy pues era el artífice de organizar la Erizada de Madrid en el Mesón Algeciras. Villaverde financiaba los erizos, el pan de Pelayo, el vino y el transporte de todo este material que luego disfrutaban los vecinos del barrio y los que acudíamos a la cita para pasar un buen rato con los algecireños exiliados en la capital.

Por allí pasaron comparsas, chirigotas, y hastala pastorada de la Peña Miguelín, que cantaban en el escenario colocado para la ocasión, previo cierre al tráfico de la calle Juan del Risco. La historia de Juan Guerrero siempre ha estado ligada a la ciudad que lo vio nacer y a la que amó profundamente desde la distancia. Hoy, según nos contaba Pérez de Vargas, el alcalde ha anunciado que se le hará un reconocimiento póstumo por parte de la institución.