Ferrovial

Córdoba

La polémica que se ha generado por la decisión de Ferrovial de trasladar su sede social a los Países Bajos es una muestra de la inmadurez democrática del Gobierno del presidente Sánchez.

Ferrovial, eso lo sabemos todos los economistas que seguimos la Bolsa, se va por cuatro razones básicas: porque la consolidación societaria de cuentas es mucho más simple en Países Bajos que en España, y más si hay que hacerlo triangulando con los EEUU y el Reino Unido; en segundo lugar, porque Ferrovial tiene un 80% de sus activos fuera de España, está muy endeudada y emitir con la prima de riesgo española es un 0’7% más caro que hacerlo con la de Países Bajos; en tercer lugar, porque en España se está continuamente modificando la legislación laboral, subiendo las cotizaciones sociales y parcheando el impuesto de sociedades, lo que genera inseguridad jurídica (y se lo demuestro a la señora Calviño cuando quiera); y, finalmente, porque el Gobierno tiene una retórica antiempresas (y más si son grandes) agresiva y faltona.

Para demostrar los dos primeros extremos sólo basta mirar las normas societarias y contables de Holanda y las nuestras, meterse en internet y ver las emisiones de deuda de Ferrovial y las primas de riesgo de España y Países Bajos.

Para demostrar la inseguridad jurídica sólo basta con contar los parches que se han hecho al Estatuto de los Trabajadores o las normas fiscales que se han aprobado en disposiciones adicionales a leyes que nada tienen que ver con Hacienda, por vía de urgencia o con efectos retroactivos. (Más de 23 parches).

Y para darle, además, la razón a Ferrovial en esto sólo hay que ver la histérica reacción del Gobierno y el uso de amenazas claras y contundentes s la empresa.

Si el ejercicio de un legítimo derecho (en el que se puede estar en desacuerdo) genera lo que ha generado, ¿qué significa el derecho para el Gobierno?

La deriva autoritaria e inquisidora de este Gobierno me preocupa. Nos debe preocupar a todos.