8-M: Tras el ejemplo de Mariví
Firma de opinión de la Jefa de Contenidos de Radio Jerez
8-M: Tras el ejemplo de Mariví
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Jerez de la Frontera
Cuando era pequeña, un día en el colegio, un 8 de marzo, entonces el Día de la Mujer Trabajadora, la profesora nos dijo que hiciéramos un dibujo de nuestras madres. Eran los años 80 y la clase era solo de niñas. La mayoría ilustró a su madre con una fregona, limpiando, planchando o haciendo la comida. Yo hice un dibujo de mi madre, Mariví, detrás del mostrador de la joyería que junto a mi padre regentaba. Mi madre era entonces de las pocas mujeres que luchaba ya por conciliar, con dos hijas y otro hijo en camino.
Con su ejemplo, yo ya desde pequeña conocí los problemas para conciliar, problemas contra los que mi madre batallaba a diario, y quizás, esta sea una de las causas por las que, desde muy pequeña, y gracias al empeño de mi madre, que siempre nos inculcó la importancia de ser independientes, he entendido el feminismo como la igualdad. La igualdad que mis abuelas y que muchas de mis tías no tuvieron.
Afortunadamente, varias décadas después, las cosas han cambiado, pero, aún nos queda un camino por recorrer.
Esto no va de ver quién viste más de morado este día o de ponerse detrás de una pancarta un 8 de marzo con el lema más agresivo y que ridiculice más a nuestros compañeros de vida. Yo soy de feminismo los 365 días del año, sigo a rajatabla la definición de feminismo de la Real Academia Española (RAE): “principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre”.
Esto no es una guerra, esto es una carrera en la que las mujeres hemos salido con desventaja y ahora queremos llegar a la meta con las mismas condiciones que los hombres.
Yo no quiero que mi Marta cobre 5.000 euros menos al año que mi Joselito, quiero que cobre lo mismo y me alegra mucho que mi hijo admire por igual a Benzema que a Alexia Putellas.
Las familias de mi generación afrontamos el día a día en igualdad de condiciones. Mi marido y yo compartimos tareas y también retos laborales e ilusiones.
Esto no va de batallas contra los hombres, esto va de IGUALDAD. Porque eso es para mí el feminismo es ser igual que los hombres, ni más, pero tampoco menos.