(0-1) No hay más cera de la que arde

Reflexionar, exigencia y constancia pedía Juan Pedro Ramos a sus pupilos, esta misma semana a su llegada al frente de este barco, para intentar reflotar un proyecto a la deriva. Y es que el nuevo técnico, apodado “El Pirata”, tras la destitución de Juan Carlos Gómez, pasaba de ser un marinero más, al capitán de este buque que es el Xerez CD. Puede que les parezca peticiones demasiado tópicas, pero la realidad vista en Chapín hace que la autocrítica, a estas alturas de la temporada, sea más necesaria que nunca, para poder llegar a buen puerto.

Y es que con Gómez fuera, el peso de que el barco siga tocado, o pase a hundido, recae sobre los propios jugadores, ya que el problema no puede ser quien ya no está. Y en especial para los once que saltaron al verde. Entre ellos, a diferencia de la pasada jornada, pudimos ver la vuelta de César a la portería, la entrada del central Urri y de Chicho, uno de los fichajes del pasado mercado. Experimentos fuera, solo cambio de cromos, Ramos marcó una clara línea continuista en cuanto a los elegidos. Ante ellos, un Ceuta “B” con la misión de rescatar algún punto que le permitiera no caer en los puestos de descenso.

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Por todo ello, el cambio tendría que llegar en lo relativo a la mentalidad y, por consiguiente, en lo futbolístico. Pero nada más lejos de la realidad existente. Juan Pedro se limitó a ver un equipo que era una prolongación de lo visto durante la mayoría de la temporada: un conjunto sin la personalidad, o tal vez la calidad, suficiente como para llevar la manija del partido. Algo más sangrante cuando se hace en tu propia casa. El paso de los minutos de la primera parte invitaba a todo menos a ilusionarse de nuevo con los azulinos. El poco fútbol, misma tónica por parte de los ceutís, llegó por parte de Moyano. Y es que, a la media hora de juego, el centrocampista se cobró un libre directo de esos en los que el meta de turno, nada tiene o puede hacer.

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Y suerte tuvo el Xerez cuando vio como solo la madera pudo repeler, diez minutos más tarde, el que habría sido el 0-2. Y como lo que el fútbol te da, el fútbol te quita, los azulinos vieron frustradas sus peticiones de señalar la pena máxima, con argumentos más que válidos, tras decretar el colegiado principal, otra falta en su contra. Pero para desgracia local, esta solo sería la primera mano no pitada.

Visto lo visto en la primera parte, nada se puede reprochar a los casi 1500 aficionados que se quedaron a ver el segundo asalto. Ya con la imperiosa necesidad de venirse arriba para voltear el resultado, el Xerez saltó, inexplicablemente, con la misma actitud o, al menos, el mismo escaso fútbol. Y con más vidas que un gato, los azulinos vieron como el delantero centro rival, en el 51, entraba solo en el área local, perdonando un segundo gol, que visto lo visto, hubiera sido definitivo.

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Y como a peor no se podía ir, los azulinos, sin saber muy bien cómo, cambiaron totalmente de cara. Los treinta últimos minutos fueron el reflejo de lo que es capaz de hacer este equipo, que tanta falta le hace, pero que solo muestra en tramos demasiado intermitentes: hacerse dueños de la posesión y, con ello, generara llegadas peligrosas. Lo cierto es que el meta rival no tuvo apenas trabajo, pero los huevos se estaban poniendo en la cesta adecuada para conseguir el premio. Un gol que pudo llegar en una clara negligencia arbitral, la segunda del partido. Y es que, en uno de los pocos pases bien filtrados, un central del equipo filial cortó con la mano la jugada, impidiendo así que el delantero local se plantase solo ante la meta rival. Y si para algo no está este Xerez CD, es para que el colegiado le perdone a su adversario una clara roja, a un jugador con ya amarilla, en una acción que podría haber supuesto el inmerecido empate.

Y es que cuando la suerte no está de tu lado, el hecho de tirar casi setenta minutos a la basura no ayuda. Al final, lo único cierto es que el equipo suma una nueva jornada sin llevarse los tres puntos. Falta de solidez defensiva, sin ideas arriba y, hoy, con una clara injusticia arbitral, hace que el Xerez deba replantearse si el objetivo del Ceuta “B”, huir del descenso, no es realmente el suyo también. Visto el fútbol desplegado en los últimos partidos, ya no mencionar los casi cero disparos a puerta realizados en este partido, hace que esa reflexión, exigencia y constancia que pedía Juan Pedro, sin culpa alguna de lo sucedido hoy, pase de sonar tópico, a ser casi utópico.

FICHA TÉCNICA:

Xerez CD: César, Ramón (Fidel 86'), Iván Gutiérrez, Kevin, Urri, Alberto García (Dani Del Moral 72'), Chicho (Luna 86'), Iván Navarro (Brian Martín 58'), Joseliyo, Álvaro Rey y Cascajo (Jesús Soto 72').

Ceuta B: Santos, Nacho Holgado, Ezequiel, Moyano, Iván Breñé, Chakir, Taufek (Elías 68'), Fran Segura (Tote 68'), Cheito, Álex Sánchez y Hoyos (Basilio 82').

Gol: 0-1 (30') Moyano.

Árbitro: Luis Miguel Tejado Gutiérrez, de Sevilla. Amonestó a los locales Alberto García y Joseliyo y a los visitantes Cheito, Álex Sánchez y Chakir.

Incidencias: Partido de la 24ª jornada de liga en el Grupo X de la Tercera RFEF disputado en el Municipal de Chapín ante 1.432 espectadores, según informó el club.