En precampaña
La firma de Amparo Bou en Hoy por hoy Jerez
Jerez de la Frontera
En poco más de dos meses iremos a las urnas para elegir la nueva composición de los ayuntamientos y diputaciones, y en algunas autonomías también a sus gobiernos autónomos. Y a medida que avanza el calendario, no puedo evitar la sensación de tiempo perdido.
Veo a nuestros políticos de todo signo y condición ocupados en demostrar que han hecho grandes cosas en los últimos cuatro años o que prometen grandes cosas para los siguientes, también los movimientos para ver quién entra en los puestos dorados de las listas electorales, aquellos que les garantizan ser elegidos y, por tanto, cuatro años más de sueldo público.
Y pienso en que, hasta septiembre, prácticamente no se hará nada realmente relevante para la vida normal de los ciudadanos; se paralizan todas las decisiones hasta después de las elecciones, y junto con las vacaciones de verano, suman muchos meses de poca política real, que pueden prolongarse todavía más, ya que en noviembre o diciembre tocan las elecciones generales.
Mucho tiempo perdido en batallitas electorales, en dimes y diretes políticos, sin nada de fondo, en pensar más las encuestas que en tomar decisiones que puedan necesarias y urgentes, pero tener un coste en votos. Los ciudadanos, creo yo, lo tenemos asumido y seguimos con nuestra vida, esperando, como diría aquel, que sea una horita corta y que pase la ola electoral para que vuelva la política real.