El joven músico que huyó de Ucrania, al estallar la guerra, y que sigue tocando la guitarra en Málaga

Málaga

Se cumple un año de la invasión rusa en Ucrania. Más de 14.000 personas llegaron a Málaga durante aquellos primeros meses, y entre los que recalaron en la provincia estaba Roman Zaiachkiuskyi. Un joven de 21 años, estudiante de música, con una discapacidad visual que apenas le deja un diez por ciento de su visión. Llegó con su familia a Málaga donde reside su abuela desde hace dos décadas. Huyeron prácticamente con la puesto. Pero este joven ha logrado retomar sus estudios de música con la ayuda de la ONCE, la Organización Nacional de Ciegos Españoles que le ha facilitado todos lo contactos y que incluso le ha dado un empleo como vendedor de cupones.

Ampliar

Cerrar

El joven dejó en Ucrania su guitarra y aquí ha logrado una nueva, con la ayuda de su abuela. Ahora sueña con poder seguir estudiado en el Conservatorio Superior de Música de Málaga, aunque sabe que su discapacidad y el idioma pueden suponer algún problema. Roman y su abuela María Zaychkivska están muy unidos y han explicado en SER Málaga como ha transcurrido este año desde que se marchó, a la fuerza, de su país para vivir con su familiar en la Costa del Sol. Roman nos ha mostrado como toca la guitarra.

Roman, además de estudiante de música en Ucrania, impartía clases en sus ratos libres, pero se le cruzó la guerra. Sus padres y su hermana tuvieron que salir con lo puesto de aquel país. Sin apenas nada, se subieron a un autobús con destino a Málaga porque en esta provincia vive su abuela desde el año 2002. Por si no fuera bastante con la invasión rusa, Roman tiene la dificultad añadida de la discapacidad visual grabe que padece. Apenas tiene un diez por ciento de su visión. En Ucrania estaba estudiando en el Conservatorio de Música, hasta que estalló la guerra. Afirma que "mi pasión es la guitarra, toca guitarra clásica". Cuando llegó a Málaga lo primero que quería era una guitarra para seguir tocando y ahora desea poder seguir estudiante en esta ciudad.

Ampliar

Cerrar

El problema del idioma junto a la la discapacidad visual, le hizo entrar en contacto con la ONCE. Y allí se toparon con este joven: hijo de padres ciegos. Un año después, con la ayuda de la ONCE, Roman ha recuperado la ilusión, las clases de música, y un proyecto de vida que le llevado a conseguir hace un par de meses un trabajo en la ONCE, y, lo más importante para él, una nueva guitarra para continuar con sus estudios de guitarra clásica.

Todo esto habría sido imposible sin la ayuda de María Zaychkivska. La abuela de Roman fue la que le compró en la Carretera de Cádiz de Málaga la guitarra clásica que tanto quería. Cuando estalló la guerra logró convencer a su hijo y a su yerna para que se vinieran aquí con sus dos hijos a Málaga. los cuatro estuvieron con la abuela un mes en esta provincia y después la familia regresó a Ucrania, a excepción de Roman que se quedó aquí con su abuela "para intentar tener suerte y poder seguir estudiando y tocando la guitarra", explica en la SER. Pues si, la suerte ha sonreído a este joven ucraniano. Ha sido clave la ayuda de la ONCE que le ha asesorado en todo. Localizó un profesor de música para que el joven pudiera seguir dando sus clases, ahora sigue 'online' el curso en el Conservatorio de Música de su país.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Ampliar

Cerrar

Natalia Bueno es la trabajadora social de la ONCE que, en todo momento, ha ayudado a esta familia. En SER Málaga ha explicado que "lo primera era comprobar las necesidades de esta familia. Y Roman nos dijo que él necesita su guitarra". Ahora queda otro pasito importante para este joven: poder presentarse al examen para acceder al Conservatorio Superior de Música de Málaga para poder seguir estudiando. Entre tanto, cada día vende sus cupones de la ONCE junto al mercado central de Málaga. "Mucha gente me pregunta que de donde soy. Yo les digo que soy de Ucrania y que tuve que irme de allí por la guerra. La situación es muy complicada allí y lo mejor que pueda hacer ahora mismo es quedarme aquí y seguir con mis estudios. Algún día me gustaría volver con mi familia a Ucrania", asegura Roman.