Algeciras: lección de saber estar frente al populismo

Sevilla

Algeciras no es la misma que hace una semana. La ciudad afronta el lunes aún noqueada tras sufrir un ataque de extremismo religioso inconcebible para cualquier mente no enferma o perturbada. Han sido jornadas de luto, dolor y sinrazón por el asesinato del sacristán Diego Valencia, sobrellevadas de manera ejemplar por la sociedad algecireña, que ha dado una lección de prudencia, serenidad y civismo propios de una población tan multicultural y multirracial como multiconfesional.

Las sociedades se miden en momentos de temor e incomprensión y Algeciras ha sido modelo de saber estar y moderación. Podría ignorar en esta columna la inoportuna e inadecuada salida de tono del líder nacional del PP comparando a cristianos y musulmanes así como las provocadoras declaraciones del portavoz andaluz de Vox hablando de “culturas incompatibles” y alertando de “la llegada del islamismo”, pero mal haremos si silenciamos y normalizamos mensajes que son graves y extremadamente irresponsables porque contribuyen al deterioro de la paz social, esa que tantas décadas nos ha costado alcanzar.

Vox y Feijóo han sido la excepción. Por el contrario, ha sido modélica la respuesta de los obispos españoles, inmediata la reacción de la comunidad islámica y digna de admiración la manifestación de los algecireños, que, ojalá, no se dejen arrastrar por mensajes oportunistas y populistas que solo contribuyen a dañar la convivencia de una sociedad plural.