“El entierro de tres guerrilleros”

Córdoba

Son tres personas anónimas. Su ADN se ha comparado con las pruebas que se hicieron los descendientes de aquellos a los que la guerra y la posguerra hizo desaparecer, pero de momento no habido suerte.

Sus restos fueron hallados en 2015 durante una intervención de Aremehisa con fondos de la Junta de Andalucía en el cementerio de Adamuz, donde las fuentes documentales dejan constancia del fusilamiento de al menos 44 personas represaliadas, la mayor parte de ellas guerrilleros o enlaces de los maquis de la sierra.

“Campesino, agricultor, guardabarrera, arriero, panadero, carbonero, exalcalde, prostituta, su casa, guarda de finca, rojo…”. La lista que publica el portal todoslosnombres.org recogiendo los nombres, condenas a muerte y el destino de más de más de 300 vecinos del municipio que fueron represaliados durante la Guerra Civil y la posguerra en el municipio recoge los expedientes sumarísimos abiertos a muchos de ellos, incluidas mujeres.

¿Qué pasó durante la Guerra Civil y la posguerra en los pueblos de la sierra de Córdoba?, ¿cuántas personas tuvieron que salir de su casa y exiliarse tras la contienda?, ¿cómo es que desaparecieron familias enteras marcadas por sus ideas y por la defensa de unos valores o la militancia en sindicatos o en partidos políticos?

El Ayuntamiento de Adamuz, la Diputación de Córdoba, colectivos memorialistas y familiares de aquellas personas represaliadas que buscan todavía a sus seres queridos, han celebrado este sábado un homenaje en Adamuz a las personas que fueron represaliadas para ofrecer “justicia y reparación” a las víctimas y sobre todo a aquellos que aún no han podido hallarlos.

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Adamuz fue bombardeado en el 39 y los vecinos tuvieron que refugiarse en Villafranca. Tuvo una guerrilla activa en la sierra, encabezada por Claudio Romera. Huidos, maquis y milicianos cuyas familias quedaron marcadas para siempre.

En los pueblos de la sierra la Guerra Civil y la posguerra fueron realmente duras, en algunos casos se perdieron a familias enteras represaliadas. Uno de esos casos es el de Zahira Soriano, bisnieta de Francisco Soriano y Dolores Navarro Díaz, represaliados por el régimen franquista en Adamuz.

Ella aún no sabe dónde está su bisabuelo, solo sabe que lo mataron sus propios compañeros cuando cayó herido para evitar que lo apresara el bando nacional.

Cree que este acto que se ha celebrado en el cementerio de Adamuz es un “homenaje a todos los represaliados del franquismo, incluidas las mujeres que aguantaron en los pueblos sacando adelante a sus hijos mientras sus maridos estaban en la sierra, muertos en una cuneta o camino del exilio”.

Zahira hace un llamamiento a los descendientes de las personas represaliadas “para que perdamos el miedo que Franco dejó a la tercera generación. En mi propia familia este tema ha sido un tabú”.

Por eso anima a las personas que aún no sepan dónde están sus familiares a que soliciten pruebas de ADN para poder compararlo con los de las personas que están siendo halladas de forma que las familias puedan reencontrar a sus víctimas. “Los familiares esperamos además que se haga justicia en Adamuz y que se retiren todos los símbolos franquistas”, añade.