Los socios del Aula del Mar de Málaga: "Esto es un paréntesis. La idea es contar con un nuevo centro de recuperación de especies marinas"

Málaga

Los cuatro socios integrantes, hasta ahora, del Aula del Mar de Málaga -institución que ha echado el cierre después de 33 años- tienen intención de poner en marcha un nuevo centro de recuperación de especies marinas pero cambiado el modelo de gestión que existía hasta ahora y, posiblemente, con un nuevo emplazamiento.

Las diferencias entre los miembros de la dirección y, sobre todo, la deuda económica acumulada de más de 300.000 euros han provocado que la entidad haya terminado por cerrar el actual centro que estaba situado en el Palmeral de las Sorpresas del puerto de la capital malagueña.

José Luis Mons y Cristina Moreno, dos de los socios que dirigían el Aula del Mar, han roto su silencio en SER Málaga para explicar las diferencias que existía en el modelo de gestión de la entidad y los motivos que han llevado a la clausura de las instalaciones.

"Esto es un paréntesis", explica Mons. "La idea es que se pueda desarrollar, dentro de un tiempo, un nuevo centro de recuperación de especies marinas en Málaga", matiza Moreno. En sendas entrevistas, por separado, ambos explican el dolor con el que han dado el paso de disolver la actual asociación Aula del Mar. "Tengo el corazón partido. Muchos malagueños y visitantes han pasado por el Aula del Mar y muchas entidades -igual que personas anónimas- nos han ayudado en infinidad de ocasiones", relata Mons. "Cada uno de los cuatro socios estamos especializados en diferentes materias. Y cada uno de nosotros vamos a tener la misma oportunidad de retomar un proyecto de similares características, incluso se podrá usar el nombre de Aula del Mar", esgrime Moreno.

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"Esto es un paréntesis" José Luis Mons

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En las dos entrevistas no se percibe malestar entre los socios pero si coinciden en señalar que "tenemos mucha pena y mucho que agradecer a la sociedad malagueña por tantos años de vida", mensaje en el que coinciden tanto Mons como Moreno.

El Aula del Mar de Málaga se creó en el año 1989 para sensibilizar a la población sobre el medio marino, y para la protección y recuperación de especies amenazadas, ha cerrado de forma definitiva. Después de 33 años de actividad, primero como cooperativa y después como asociación, la entidad ha quedado disuelta. En sus inicios se encontraba en unas instalaciones del puerto de Málaga cedidas por la Cofradía de Pescadores, y en 2012 se trasladó al Palmeral de las Sorpresas del Puerto de Málaga, donde ha seguido hasta su cierre.

La pandemia obligó a la asociación ecologista a cerrar su actividad en marzo de 2020, lo que supuso el cese de todas sus actividades, y un ERTE para sus 18 trabajadores, lo que empeoró su situación económica, ya que fue acumulando deudas. En diciembre de 2021, gracias al apoyo institucional, pudo reabrir el museo Alborania, pero en una asamblea de socios que tuvo lugar el pasado mayo, sus integrantes no se pusieron de acuerdo sobre el camino a seguir, lo que ha abocado al proceso de disolución del Aula del Mar.

El pasado mes de agosto, la mitad de los 16 trabajadores que quedaban en plantilla pasaron al desempleo, y la otra mitad lo hizo el pasado noviembre lo que además supondrá incrementar la actual deuda de la entidad al tener que abonar y asumir los despidos. La sede del Museo Alborania volverá a manos de su propietaria, la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Especies Marinas Amenazadas (Crema), que se encarga del rescate y recuperación de animales, fundamentalmente tortugas marinas y cetáceos.

La disolución del Aula del Mar dejaba en el aire el Centro de Recuperación de Especies Marinas Amenazadas (CREMA), que surgió en 1994, y era gestionado por el Aula del Mar junto a la Consejería de Medio Ambiente. Durante sus más de tres décadas de actividad, el Aula del Mar ha desarrollado también talleres de educación ambiental en colaboración con otras entidades relacionados con el consumo de agua o de inmaduros, cambio climático o reciclado de residuos.