Antonio Gil "Hemos pasado ocho años en el infierno"

Córdoba

Así es como define Antonio Gil el tiempo que han vivido tanto él como su familia siendo víctimas de un un delito contra la libertad sexual.

Los gritos, las amenazas, las denuncias, el miedo a cruzarse con sus vecinos se prolongó durante ocho largos años hasta que la justicia los apartó de su vida.

Los agresores eran sus vecinos de arriba. Una pareja de mediana edad y sus hijos. Y las víctimas no sólo Antonio y su pareja sino también toda su familia.

"EL PISO LO DEBÍAN HABER ALQUILADO PERSONAS NORMALES"

Todo empezó cuando alquilaron un piso y se establecieron en él. A los pocos días los agresores, ya le hicieron saber por terceros que no eran bien recibidos en el bloque "porque no eran personas normales".

Llegaron a acusarlos de generar ruido para forzarlos a dejar el alquiler, pero el testimonio de otro vecino ante el juez explicando que no había tal cosa, les mantuvo en la vivienda.

Esto no hizo más que indignar a los agresores que continuaron molestándolos, hasta el punto sufrir casi a diario, gritos, amenazas, e incluso intentos de agresión de los inquilinos de arriba y de sus hijos.

"Llegaban aporreando la puerta, gritándonos, insultando, amenazando con que nos iban a hacer daño"....explica Antonio a Radio Córdoba.

"Es duro ver eso cada día, pero más duro es ver que eso no solo te afecta a ti sino que van más allá y que amenazan a tu padre o al resto de tu familia", dice Antonio sin ocultar el horror de tener que vivir con miedo en tu propia casa.

"La justicia tarda mucho y a veces es muy light con estos delitos". Cada vez son más los delitos de odio que se denuncian y desgraciadamente aunque se creía superado, los que más han crecido en Córdoba son los delitos contra la libertad sexual.

ESTAMOS VOLVIENDO ATRÁS PORQUE LOS POLÍTICOS ESTÁN ALENTANDO EL DISCURSO DEL ODIO

Antonio entiende ese repunte en el discurso del odio de algunas formaciones políticas que están alentando planteamientos excluyentes y homófobos.

Él tuvo la fuerza en su día para dar el paso adelante definitivo y denunciar.

Pero para dar el paso hay que tener apoyo y orientación dice Antonio. De ahí que recomiende a las personas que estén siendo víctimas de un delito de este tipo "que contacten con alguna asociación de defensa de los derechos de la comunidad LGTBI. Que se asesoren, que les orienten, que les ayuden y luego que tomen la decisión y denuncien.

Muchas víctimas no lo hacen, se calcula que más del 80% de los delitos de odio que se producen en nuestro país se queda sin denunciar por miedo, por amenazas, por normalizar el discurso de odio, por preservar la intimidad frente a amigos o familia.

EL RESPALDO DE LAS ASOCIACIONES Y COLECTIVOS LGTBI

Paco Ángel Segura es portavoz de Arco Iris en Córdoba. La asociación ha brindado su apoyo y el apoyo de su personal técnico para el asesoramiento de Antonio y de otras personas que como él se han visto en la tesitura de que alguien te insulte o te agreda porque no le guste ver a dos personas del mismo sexo como pareja.