Fran Carrillo: "Sigo pensando que gané las primarias de Cs en Andalucía, aunque los resultados digan lo contrario"

Córdoba

El excoordinador provincial de Ciudadanos (Cs) en Córdoba, Fran Carrillo, ha retomado su actividad empresarial como consultor político y redactor de discursos tras abandonar la primera línea de la política. Una decisión "dolorosa por abandonar el más noble de los oficios" que afrontó tras batirse sin éxito el liderazgo del partido en Andalucía con el anterior vicepresidente de la Junta, Juan Marín. Hoy, con una formación naranja que va perdiendo representación en cada uno de los comicios a los que concurre, Carrillo asegura que "el 'centro' no puede ser un punto de partida para ningún partido".

Sus discrepancias con la dirección de Ciudadanos han sido siempre públicas y el resultado de unas primarias 'lo expulsó' del panorama político. ¿En qué momento decide abandonar el barco?

Se produjo un cúmulo de circunstancias y las primarias fueron un punto clave, pero los problemas venían de atrás, cuando percibí que no contaba con la confianza de mi partido para ejercer mi cargo. Ciudadanos ya no era lo que yo creía que tenía que ser y no se defendían las ideas por las que me afilié.

A mi no me apetecía dar un paso al frente, lo hice por la presión de militantes y simpatizantes ante la debacle que se veía venir en las elecciones autonómicas en Andalucía. Le dije a la ejecutiva nacional que era un error apostar por Juan Marín, di un paso al frente y a partir de ahí empezaron las campañas de desgaste que fueron bastante duras. Pero sigo pensando que, de una forma legal y honesta, ganamos las primarias en Andalucía. Y hasta ahí puedo leer.

¿Mantiene algún tipo de relación con el partido?

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No, pero sí con las personas que lo integran, porque he pasado diez años dentro de ese proyecto político. Tengo contacto frecuente y habitual con muchos compañeros que, de hecho, me apuntan que soy de los pocos que responde a sus mensajes.

¿Ha vuelto a tener algún contacto con Juan Marín, a toro pasado?

Ninguno. Yo nunca he tenido ningún problema personal con él, aunque habría que preguntarle a él si lo tenía conmigo. Tampoco tengo relación con nadie de la ejecutiva nacional, porque son los responsables del hundimiento de Ciudadanos. Me sigue dando mucha pena cómo han dejado un partido que ahora lucha por captar los pocos votos posibles, pero lo siguen haciendo los mismos que lo han destrozado. Ciudadanos ya no existe.

¿Y sigue existiendo el 'centro ideológico'? Lo de 'ni rojos ni azules'...

El centro político nunca ha existido, es una mentira. Todo partido que se presenta como de centro acaba perdiendo. El centro no es un punto de partida, sino un punto de llegada: puedes adoptar medidas moderadas una vez que tocas gestión, pero no puedes ofrecerte a la ciudadanía como centro, que curiosamente es lo que ahora hacen todos. Cuando pasan las elecciones, el que gobierna aplica su política y el que está en la oposición sus ideas. Y ahí no hay centro que valga.

Lo que le ha pasado a Ciudadanos es que ha confundido centralidad con centro, centro con moderación y moderación con firmeza. Ha habido miedo a defender ideas desde la raíz. El centro no es equidistancia entre el PSOE y el PP, más todavía cuando ellos dominan el juego.

Entonces, ¿qué es Ciudadanos?

Un partido que nació sin querer ser clasificado y huía de las etiquetas.

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¿No se contradice eso con lo de que la equidistancia y el centro son un error?

No, por qué había dos objetivos claros, al margen de las catalogaciones tradicionales: luchar contra la corrupción del bipartidismo y contra el nacionalismo periférico y sus chantajes. Esto no es ni de derechas ni de izquierdas, sino de lógica de Estado de Derecho. Quizá no lo supimos vender bien y por no decir que éramos ni de izquierdas ni de derechas, dijimos que éramos de centro.

Han sido públicas sus coincidencias en determinadas ideas con Vox. ¿Lo considera ultraderecha?

En absoluto. Si cogiésemos el actual programa de Vox y lo comparamos con el de Cs de hace siete años encontraríamos un 80 % de coincidencias. ¿Era Ciudadanos ultraderecha? Para la izquierda radical y el nacionalismo catalán sí. En este país se le ha llamado extrema derecha al PP, a Cs, a UPyD y a Vox. Es decir, a todo lo que a la izquierda no le gusta.

No se puede banalizar. El fascismo es una cosa muy seria que a día de hoy no existe en España, más allá de pequeños grupúsculos. Lo que sí hay, en las instituciones, son partidos comunistas.

Si el fascismo gobernase en España me iría de mi país, así que no entiendo la comprensión y animosidad que existe hacia otro totalitarismo.

Ahora, tras haber abandonado la primera línea de la política, vuelve usted a las bambalinas: a asesorar a otros. ¿Le ha costado una vez que ya está 'señalado' públicamente con unas ideas?

Se trata de volver a mi profesión, la de asesorar a partidos y cargos públicos. He vuelto al sector privado con proyectos interesantes que están relacionados con conectar al sector privado con la administración pública, una unión que está poco explorada en nuestro país.

No me ha costado porque llevo muchos años en ese papel, es lo que he hecho siempre y solo he pasado cuatro años ligado a la administración pública. He aprendido mucho. Y al mismo tiempo, lo compagino con colaboraciones en los medios, la escritura o las clases en la universidad. Es decir, he vuelto a mi vida de antes, pero con algo más de experiencia.

¿Está trabajando en algún proyecto relacionado con Córdoba o Andalucía?

Por acuerdo de confidencialidad no puedo revelarlo, pero siempre mantendré la vinculación con esta provincia. No obstante, ahora mismo, la mayor parte de mi trabajo como consultor se concentra en América Latina.

Ya que usted le da consejos a políticos, ¿qué mensaje le transmitiría a alguien que quiere afiliarse a un partido u ocupar un cargo público?

Diría que a la política se viene a servir, no a enriquecerse. Le advertiría que es un trabajo muy serio, de muchas horas y en el que no puedes tener agenda más allá de ayudar a la gente. Tienes que tener una coraza muy fuerte para soportar las críticas. Y que sepa que en la política no hay amigos, sino conocidos, compañeros, adversarios y enemigos, pero no amigos.

Creo que es importante desmentir la idea de que los políticos no hacen nada. Se trabaja mucho. Pero es muy reconfortante cuando ayudas a un colectivo o a un grupo de vecinos que lo está pasando mal.

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¿Lo echa de menos?

¿Estar en primera línea? Algunos días sí, otros días menos. He ganado en privacidad, pero sí que añoro estar al frente de algo para tener cierta responsabilidad.

O sea que, si llegase una oferta en esas condiciones quizá se plantearía volver...

Solo para un proyecto anti sanchista que reúna a personas liberales, conservadoras y socialdemócratas. Porque lo peor que le ha pasado a España se llama Pedro Sánchez. Ya no solo por su falta de escrúpulos y mentiras, sino por la forma en que está vendiendo el país, su capacidad de controlar a los medios o al poder judicial o de criticar la separación de poderes. Quiere a personas que malvivan del Estado frente a trabajadores que coticen en el sector privado.

Su único mérito es haber convertido a José Luis Rodríguez Zapatero en el segundo peor presidente de nuestra democracia.

¿Y ese proyecto político tiene nombre?, ¿existe en la actualidad?

Existe en la mente de muchísimos españoles, pero no como partido. Me gustaría que todos los partidos políticos tuvieran la altura de miras política y moral para frenar la autocracia de este señor que tiene el Ejecutivo más caro de la historia mientras pide a los españoles que se aprieten el cinturón.