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Cáritas Diocesana de Sevilla ayudó en 2021 a 14.233 familias, invirtiendo casi 10 millones de euros

El número de beneficiarios, 42.669, descendió a niveles de 2019, aunque la inversión aumenta debido a la cronificación de la pobreza

De izquierda a derecha, Carlos González, delegado episcopal en Cáritas Diocesana de Sevilla; José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla; y Mariano Pérez de Ayala, director de Cáritas Sevilla / @archisevilla1

De izquierda a derecha, Carlos González, delegado episcopal en Cáritas Diocesana de Sevilla; José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla; y Mariano Pérez de Ayala, director de Cáritas Sevilla

Sevilla

El Aula Antonio Domínguez Valverde del Arzobispado de Sevilla ha acogido este lunes la presentación en rueda de prensa de la Memoria del año 2021 de Cáritas Diocesana de Sevilla para rendir cuentas de su acción durante el pasado año. En la presentación han estado presentes José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla, y Mariano Pérez de Ayala, director de Cáritas Diocesana.

Cáritas Diocesana de Sevilla ha constatado, tras dos años desde el inicio de la pandemia que, la crisis social y económica que ha generado la COVID 19, ha vuelto a golpear con mayor fuerza a aquellas personas y familias que ya se encontraban previamente en una situación de exclusión.

Los datos aportados por el último informe FOESSA sobre el impacto de la crisis en Andalucía, así lo reflejan. Aunque ha sido una situación que ha afectado a la población en general, no ha afectado a todos por igual, de la misma forma en la que tampoco todos han contado con los mismos recursos para afrontar los efectos de esta crisis.

Según la Fundación FOESSA, un 26,3% de la población andaluza, que en el territorio de nuestra archidiócesis supone una cifra cercana a las quinientas mil personas, se encuentra en situación de exclusión, la mitad de ellos en exclusión severa. Una situación generada principalmente por factores de exclusión como el desempleo, las dificultades de acceso y mantenimiento de la vivienda o las carencias económicas para los cuidados de salud, además de la brecha digital que ya supone un factor de exclusión más y que dificulta el acceso a prestaciones y servicios a los que estas personas y familias tienen derecho.

Los resultados de este estudio también revelan que los hogares en los que el sustentador principal es una mujer, los que tienen dos o más hijos, los jóvenes entre 29 y 35 años y la población extranjera han sido y son, los colectivos más afectados por la actual situación.

Algunos rasgos de las personas y familias atendidas

Desde el trabajo de atención desarrollado por las Cáritas parroquiales, el perfil de las personas y familias beneficiarias se ubica a lo ancho del espacio social de la exclusión y la precariedad, aunque son constantes significativas:

  • Carencia e insuficiencia de rentas. Situaciones de desprotección social, carencia e insuficiencia de subsidios sociales y recursos públicos de respaldo.
  • Situaciones de ausencia o debilidad de apoyos familiares y sociales.
  • La monoparentalidad femenina. Graves situaciones de deterioro psicopersonal y desvinculación social. La falta de cualificación profesional y educativa, sumada, a veces, a condiciones de desmotivación y desmovilización personal.
  • Incidencia de factores objetivos de precarización y bloqueo de las posibilidades de promoción personal: desempleo, explotación laboral, irregularidad, temporalidad, bajos salarios.
  • Dificultades y obstáculos para la regularización de la situación jurídica y administrativaconstituyen un factor de precarización de primera magnitud para las personas migrantes.

Somos lo que damos

En medio de este contexto, y ante realidades tan diferentes, el compromiso de Cáritas con estas personas y familias continúa inalterable. Aunque, pasado el momento de emergencia, el número de familias atendidas haya descendido respecto a 2020, rozando niveles de 2019, lo cierto es que la grave situación que viven muchas de ellas, antes y a causa de la crisis, ha exigido una mayor inversión en los recursos ofrecidos para responder de la manera más eficaz y adecuada a sus necesidades, sin dejar de lado el objetivo no solo de cubrir gastos inmediatos, sino de intentar posicionarlas en una situación de promoción que les facilite el camino hacia la inclusión.

De esta manera, durante 2021 las Cáritas parroquiales acompañaron a 14.233 familias, una atención de la que se beneficiaron de forma directa 42.669 personas y que necesitó la inversión de 5.044.515 euros, un 3,2% menos que el ejercicio anterior.Aunque la inversión de las Cáritas en atención primaria ha descendido ligeramente, las ayudas en alimentación (2.458.273 €) y los gastos derivados de la vivienda (978.572€) continúan siendo las principales demandas.

Como mencionábamos antes, además de cubrir necesidades inmediatas, Cáritas continúa apostando por la promoción de las personas a las que acompaña, un trabajo que se desarrolla a través de los centros y proyectos de atención específica a los que se deriva y en los que participan muchas de las personas que son atendidas en las parroquias. Así, en el Programa de Empleo participaron 962 personas, de las cuales, 186 consiguieron un puesto de trabajo que les permitió volver a insertarse en el mercado laboral. Desde la atención a la grave exclusión, 487 personas fueron atendidas por nuestros proyectos de personas sin hogar a través de la atención en calle y el centro de atención integral ‘Amigo’; 248 mujeres participaron en 10 proyectos específicos; 342 personas en proyectos de infancia y adolescencia; 508 migrantes fueron atendidos a través del proyecto Nazaret y 4 proyectos parroquiales, la mayoría de ellos precisaron acompañamiento en asesoría jurídica sobre nacionalidad y extranjería; en los proyectos de atención a personas mayores participaron450 personas, el Centro de Educación Especial San Pelayo contó con154 alumnos, y la empresa de economía social de Cáritas Diocesana, Bioalverde SL, facilitó la inserción laboral de 28 personas.

Además, Cáritas Diocesana de Sevilla presta un servicio de información general, asesoramiento jurídico y orientación en materia de Seguridad Social, Vivienda de la que se beneficiaron en 2021, 741 personas. Por último, la entidad colaboró el pasado año con un proyecto de Cooperación Fraterna, junto a la Diócesis de Nador y Oujda, a través del cual se pudo atender a 447 personas que están desarrollando su proyecto migratorio y han necesitado algún tipo de ayuda, especialmente sanitaria.

Para poder desarrollar toda esta acción, Cáritas Diocesana de Sevilla invirtió el año pasado un total de 9.920.625 €. Esta cifra es fruto de la inversión de los 6.052.680 € de Cáritas Diocesana y los 3.867.945 € invertidos por las Cáritas parroquiales.

De estos datos cabe destacar dos cuestiones:

El 66% de los ingresos con los que Cáritas ha contado durante el año 2021 provienen de fondos privados entre los que destacamos las aportaciones de las Cáritas parroquiales, socios, donantes y empresas colaboradoras. También es reseñable que la aportación procedente de subvenciones públicas ha aumentado hasta suponer el 34% de los ingresos.

De los 6.052.680 € millones aportados por Cáritas Diocesana, cerca del 50% se destinó a programas de promoción integral de las personas, inclusión social, inmigrantes, empleo y economía social; y un 38% se destinó a reforzar la labor de las Cáritas parroquiales y otras instituciones con las que colaboramos.

Ayuda, promoción e integración

Desde la entidad de la Iglesia, queremos seguir prestando una cuidada y personalizada atención a las personas y familias privadas de los recursos más básicos; además de dirigir nuestro trabajo a la promoción de las personas desde una dimensión transformadora actuando sobre los factores estructurales determinantes de la exclusión social, exigiendo soluciones innovadoras, viables y eficaces.

Por este motivo, proponemos a las administraciones públicas, a nivel nacional, autonómico y local:

– El mantenimiento estable de las medidas provisionales relativas a la mejora de la salud, la vivienda, el empleo o la protección social.

– La implementación de medidas que reduzcan la precariedad de los empleos no cualificados que afectan singularmente a los sectores excluidos y la complementación retributiva a los salarios escasos con prestaciones o deducciones fiscales.

– La garantía de un sistema de salud pública de calidad, de atención a la dependencia y a la salud mental, de modo que los recursos sanitarios lleguen a todas las personas y en todas sus necesidades.

– Políticas eficaces frente a la exclusión residencial para el acceso y mantenimiento estable de la vivienda digna y segura.

– Recursos para la superación de la brecha digital y el mantenimiento del acceso presencial a los servicios públicos evitando la exclusión de quienes quedaron fuera de los medios digitales.

– La mejora urgente de la cobertura y tramitación fluida del Ingreso Mínimo Vital y la Renta Mínima de Inserción Social de Andalucía, de manera que alcancen a todas las personas que los necesiten y sean eficaces para sus necesidades básicas.

En un día como hoy, queremos recordar a nuestros gobernantes que estas exigencias vienen avaladas por la constatación de que la mayoría de las familias y personas que sufren condiciones de pobreza, privaciones o exclusión social se levantan cada mañana con la esperanza, iniciativa y esfuerzo necesarios para salir de su situación y recorrer el difícil camino que los separa de la integración, en la búsqueda de trabajo, en el estudio, en la participación en programas formativos de servicios sociales públicos y privados, demostrando así la falsedad del supuesto efecto desincentivador de las prestaciones sociales. Los miles de personas y familias sevillanas que engrosan las filas de la exclusión social son incapaces de superar con recursos propios sus difíciles condiciones de vida generadas por un sistema socioeconómico caracterizado por la injusticia y la desigualdad. Necesitan ineludiblemente de políticas públicas dirigidas a la transformación estructural de tales condiciones y a la solidaridad efectiva de todo el conjunto social.

Para finalizar, desde Cáritas Diocesana se quiere volver a poner en valor la solidaridad de tantas personas como colaboran con nosotros. Sobre todo, a los 2.739 voluntarios que trabajan día a día por ayudar a las personas que más lo necesitan, a los técnicos y colaboradores de la institución cuya vocación les hacer permanecer al lado de los más vulnerables y defender sus derechos, y cómo no a la solidaridad de los miles de socios y donantes particulares, y a las más de setenta empresas cuyo compromiso hacen también que nuestra acción sea posible.

Día de la Caridad. Somos lo que damos. Somos amor

Como cada año, la Memoria 2021 de Cáritas Diocesana de Sevilla se presenta con motivo de la Solemnidad del Corpus Christi, Día de la Caridad y fecha muy importante para nuestra institución.

Este año, junto al lema #SomosLoQueDamos, Cáritas llama a la sociedad a ser, en la cotidianidad, esperanza, justicia y amor para los demás. Es el testimonio cristiano que da vida a nuestro lema de campaña de este año y que titula hoy nuestra memoria.

 
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