Motril

Hace unos años le tocó al municipio granadino de Polopos, ahora una cadena alemana ha puesto sus ojos en Rubite, un pueblo pequeño de la Costa Tropical de Granada, de algo más de 400 habitantes, para la grabación de un “reality show” con el que la productora alemana quiere luchar contra la despoblación.

La grabación del programa comenzó a principios de mayo y finalizará a mediados de agosto. Convivir entre gente desconocida, cámaras, cables y un idioma desconocido para los vecinos lejos de ser un problema está siendo toda una experiencia. “De momento, los vecinos están encantados y los han acogido con los brazos abiertos. El pueblo en estos días está lleno de vida, los vecinos están entregados a la productora y ayudan en todo lo que se les pide a los concursantes”, manifiesta con orgullo el alcalde rubiteño, Arsenio Vázquez.

De momento han ganado en población ya que las cinco parejas de concursantes se han empadronado en el municipio, han comprado cinco viviendas y están rehabilitándolas para quedarse a vivir como unos vecinos más. La grabación de este “reality” dejará unos ingresos importantes en esta pequeña localidad y ha creado algún empleo, como señala el alcalde.

Concurso televisivo

Los concursantes de este programa televisivo tienen que ir ganado pruebas, todas ellas relacionadas con llenar de vida el municipio granadino. La primera de ellas está a punto de materializarse. Tendrán que construir una serie de bancos que irán repartidos por el municipio, eso sí, con el visto bueno del alcalde que está siguiendo este singular programa televisivo, “bancos tipo gaudí, singulares” deja claro Arsenio. A esta le seguirán otras que mejorarán la calidad de vida de sus vecinos.

Este martes, el Ayuntamiento de Rubite ha aprobado en pleno la concesión del bar municipal a una pareja de concursantes que, desde ahora, lo gestionarán. Los vecinos se muestran encantados con la apertura, el próximo día 19 de junio, del establecimiento, por cierto, el días de las elecciones andaluzas.

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“Son personas que quieren cambiar el asfalto de la ciudad por la naturaleza y que quieren instalarse definitivamente en el pueblo”, afirma satisfecho su alcalde, que no da crédito con todas las buenas experiencias que está viviendo junto a sus mayores vecinos. “Cambiar de vida, apagar el reloj y vivir más tranquilos” asegura.

Los participantes de este "reality" tienen claro que vienen para quedarse y trabajar en el pueblo para que resulte atractivo para todos aquellos que lo visiten. Ayudar a que la despoblación no siga cogiendo terreno. Para conseguir el objetivo, estas familias tienen claro cuál será su cometido. Desde montar un rancho de caballos para hacer rutas a caballo, rehabilitar la “Casa del Cura” como alojamiento turístico, con 8 habitaciones y bar. Otra pareja de médicos se preparan para impartir cursos de actuaciones de emergencia y socorrismo a sus vecinos y otros pintarán los muros públicos del pueblo.

En sólo dos semanas los vecinos del pueblo ya se han acostumbrado a convivir con las cámaras de televisión y con todo el equipo de producción. El idioma para ellos no es un problema ya que cuentan con traductores y la edad no les impiden aprender algunas frases y palabras en alemán.