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El Naán acompañará con sus ritos a Vetusta Morla en su gira Cable a Tierra

Los sonidos folk y el lenguaje ibérico de El Naán se fundirán con las texturas pop, rock y electrónicas de Vetusta Morla

Agencia EFE

Palencia

Los sonidos folk y el lenguaje ibérico de El Naán se fundirán con las texturas pop, rock y electrónicas de Vetusta Morla en la gira de presentación del último disco de los madrileños, Cable a Tierra, una comunión de ritmos, rituales y poesía.

Los planetas se han alineado, el conjuro a las fuerzas sobrenaturales ha surtido efecto. Vetusta Morla investigaba, buscaba sonoridades y ritmos del folclore para integrarlos en su propio sonido, y el Naán llevaba años explorando la raíz étnica de la tradición desde los páramos del Cerrato Palentino.

"Ellos conocían nuestra música y habían usado algunas de nuestras canciones como inspiración para las suyas", explica a EFE Héctor Castrillejo, uno de los integrantes de El Náan, que acompañará a Vetusta Morla en su gira Cable A Tierra 2022 por España durante mayo y junio.

Una vez más, -los del El Náan ya habían coqueteado con Santiago Auserón en Lengua Negra-, se hizo la magia, y el Cable a Tierra que acababa de lanzar Vetusta con su sexto disco aterrizó en el Cerrato palentino, "en medio del páramo castellano donde germinamos El Náan", afirma Héctor Castrillejo.

El resto es una historia de amor por la música, la experimentación y el riesgo, que se cierra en una bodega de Tabanera de Cerrato (Palencia), al calor de un buen vino hecho con las uvas que antes pisaron los mismos pies que en breve se subirán al escenario para añadir energía a la que ya de por si exhiben habitualmente Pucho y el resto de Vetustos.

El trabajo previo no ha sido fácil. "Hemos tenido que adaptar las canciones de Vetusta al sonido de nuestras percusiones ibéricas, al lenguaje folk castellano e ibérico y a nuestro concepto poético para que El Náan sea parte de Vetusta, pero manteniendo nuestra identidad", explica Héctor Castrillejo.

El resultado, doce temas del nuevo disco y otros antiguos que estos días cuatro integrantes de El Náan, Adal Pumarabín (percusiones), Carlos Herrero (cuerdas, voz principal), María Alba (percusiones, voz) y Héctor Castrillejo (poesía, rapsodia, voz), trabajan en Madrid con Vetusta Morla, para que todo encaje en el inicio de la gira española el próximo 14 de mayo en Valencia.

Instrumentos étnicos y del folk, percusiones con panderos cuadrados y cribas con trigo, el tres cubano, el acordeón, el timple canario y el rabel se mezclan con los sonidos de Vetusta para convertir el directo en "todo un ritual y un brindis a la vida", asegura Héctor Castrillejo, que se atreve a tocar el dalle (la guadaña), mientras Carlos Herrero arranca sonidos casi de violín a una quijada de caballo.

"Por el medio metemos guiños de algunas de nuestras canciones, como Panaderas, muchos poemas y brindis con la bota de vino, pero tocamos sus canciones", aclara Castrillejo, que ha creado un poemario que será el hilo conductor del concierto, "con poemas creados para interpretar dentro de las canciones de Vetusta Morla".

A ellos se han sumado dos pandereteiras del grupo gallego Aliboria y entre todos conjuran una fórmula mágica, logran el hechizo y ahuyentan el mal.

Detrás hay un montaje audiovisual enorme, 65 personas en una gira que lleva más habitantes de los que hay en Tabanera de Cerrato y que arrancará el 14 de mayo en Valencia para terminar el 24 de junio en el Wanda Metropolitano, en Madrid.

"Es el sitio más grande en el que hemos estado nunca, 67.000 personas", señala Héctor Castrillejo, mientras apunta que solo han pisado escenarios de esas dimensiones las otras dos veces que tocaron con Vetusta, en el Teatro Real y en Rivas Vaciamadrid el año pasado. La muestra y el aperitivo puede verse en Youtube.

"Creo que va a ser muy interesante, porque en España siempre ha habido prejuicios a la hora de fusionar la música tradicional con el pop y el rock. Creo que es la primera vez que un grupo potente como Vetusta Morla usa estos sonidos, estos ritmos castellanos, en su música", reflexiona Castrillejo.

Además de los sonidos, El Náan subirá a los escenarios de la gira sus ritos, su poesía, su concepto de "comunión con el público" para que Cable a Tierra se convierta en "una experiencia maravillosa", porque, como señala Castrillejo, "pocas veces se ha llevado ese lenguaje poético a las dimensiones de un estadio, y eso va a ser muy novedoso y arriesgado"

 
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