Entre las motos y la Feria....Estepona
La firma de Ángel Revaliente
Pasó el fin de semana del Gran Premio de España de motociclismo, que resultó un éxito a nivel deportivo, aunque ha dejado muchas dudas respecto a la incidencia de la motorada en la ciudad organizadora, Jerez, donde ha dejado imágenes de un centro desértico y unos análisis de los expertos que solo pueden invitar a sentar en una mesa a los actores principales del negocio de la hostelería para analizar y reflexionar lo que se puede hacer para que la urbe organizadora del evento recobre los esplendores económicos y de ambiente que tuvo antaño.
Con todos los sectores sentados se debe llegar a un consenso para que la población que hace el esfuerzo organizativo se beneficie y no se quede como la desaventajada del fin de semana, mientras que otras llenan las arcas de bares y restaurantes. Y ahora llega la Feria, que ojalá y no deje dudas, sino la certeza de que se ha recuperado después de dos años las ganas de vivir en esa ciudad efímera en la que la se convierte cada mayo el Parque González Hontoria. Y entre el ruido de las motos que ya se fueron y el color de la iluminación más extraordinaria que imaginarse puedan está el fútbol y la apuesta por un ascenso de categoría que se comenzará a jugar el Xerez Club Deportivo a las 12 del mediodía del sábado en Estepona, por lo que al aficionado le da tiempo de desgañitarse a mediodía en tierras malagueñas y de refrescarse el gaznate por la noche cuando el Hontoria se convierta en un ascua de luz.
Los jugadores xerecistas están ya a lo suyo que es preparando los que deben ser los 270 minutos más importantes de toda la temporada cuando no, en muchos casos, de su historia profesional. Y es que no todos los días los jugadores tienen la fortuna de luchar por dar un salto de categoría. Obviamente, tienen que centrar sus esfuerzos en el Ciudad de Lucena, ante el que se puede empatar para pasar la primera de las dos finales, pero es mejor salir a vencer y pensando solo en esos 90 minutos porque si no se sale airoso de ellos ya no habrá más opciones. Es decir, que hay que ir paso a paso, sabiendo que primero está el equipo lucentino y que el día 15, ya con las casetas retirándose del real, esperará el Utrera o el Gerena y que después habrá que ir a Las Rozas a pelear con un equipo de otro grupo.
Es difícil, claro, como toda en esta vida, de victorias y fracasos, de penas y alegrías, de risas y llantos, de fortunas e indigencias, pero no imposible. El Xerez CD puede y si puede tiene a su alcance la opción de subir a la Segunda RFEF, esa misma que se le esfumó en el último minuto del último partido de la pasada campaña. El fútbol dice que devuelve siempre lo que quita y ojalá esa devolución sea este mismo año para que el equipo pueda cumplir sus primeros 75 de vida en una división más acorde con la grandeza de un club que se sabe patrimonio de su ciudad, a la que quiere devolver los brillos que le dio antaño. Lo dice la historia, única y verdadera, que nadie puede cambiar.