Reino Unido y Baleares colaboran en campañas para difundir la normativa contra los excesos turísticos

Palma

Los gobierno de Reino Unido y Baleares colaboran esta temporada para la puesta en marcha de campañas para difundir la normativa vigente en las islas contra el turismo de excesos. El embajador del país en España, Hugh Elliot, afirma que se están intensificando las campañas de cara a la temporada alta porque es importante que el mensaje cale entre quienes quieren viajar a las islas. El turismo británico es el segundo en volumen en la comunidad, con tres millones 700-mil visitantes del país europeo en 2019. Además, 40.000 británicos residen de forma permanente en el archipiélago.

El embajador británico ha mantenido un encuentro con la presidenta del Govern, Francina Armengol, con motivo de la visita que realiza a las islas estos días. Elliot ha incidido en la necesidad de difundir la nueva normativa contra el turismo de excesos, que afecta a zonas tradicionales del visitante británico joven como son Magaluf en Mallorca y Sant Antoni en Ibiza. La normativa prohíbe la venta de alcohol en tiendas desde las nueve y media de la noche hasta la mañana siguiente, las barras libres o las excursiones etílicas que se ofertan habitualmente en estos lugares. Las multas por practicar balconing o por publicidad de bebidas alcohólicas pueden alcanzar los 60.000 euros. Elliot ha insistido en la implementación de colaboraciones entre los dos gobiernos para presentar Baleares como un destino seguro y de sostenibilidad.

El embajador también se ha referido a los debates acerca de la masificación turística y las propuestas de algunos sectores de poner límites a la llegada de turistas. Cree que es una decisión que compete al gobierno regional y que, en cualquier caso, es necesario encontrar un equilibrio porque los grandes movimientos de personas tienen consecuencias en el entorno.

Elliot admite que Reino Unido está teniendo problemas para expedir los pasaportes. El país ha invitado a sus ciudadanos a solicitarlos con al menos diez semanas de antelación porque el importante número de solicitudes está provocando problemas para expedirlos. El embajador cree que es un problema que se solucionará y que se debe a que la pandemia ha resentido algunos servicios. El embajador se ha mostrado confiado en que Baleares recuperará los niveles de turistas británicos previos a la pandemia.