'X', el divertido slasher que mezcla porno, gore y deseo femenino

Madrid

Desde mediados de la década de los 70 en Estados Unidos las cintas VHS empezaron a comercializarse y a ganar popularidad, aunque el boom llegaría ya entrados los 80. El auge de esta nueva modalidad de grabación analógica tan asequible hizo que numerosos potenciales cineastas comenzaran a experimentar con el vídeo y el arte del cine. Este es el caso de uno de los personajes de 'X', la nueva película de Ti West. El joven con aspiraciones a director indie quiere rodar una película porno en el campo de Texas a donde se traslada con su equipo para filmar en el interior de una cabaña 'Los hijos del granjero', su debut cinematográfico.

West, director de 'La casa del diablo' o 'Los huéspedes', firma este slasher tan especial que funciona como una carta de amor al género de terror y en particular a una cinta tan icónica como 'La matanza de Texas' de Tobe Hopper. La película está protagonizada por Jenna Ortega, Brittanny Snow, Mia Goth o Kid Cudi quienes no son especialmente bien recibidos en esta tierra hostil. A escasos metros de esta cabaña se encuentra el domicilio de Howard y Pearl, la pareja octogenaria que genera el debate más interesante alrededor de la película. Dos ancianos que ven a través de su televisor los discursos de un predicador evangelista, conservador, un fiel representante de esa América profunda que se contrapone a las ansias de libertad y al espíritu despreocupado que encarnan estos jóvenes artistas.

Conforme avanza el rodaje de esta cinta amateur, los personajes vivirán distintas experiencias terroríficas con sus vecinos y huéspedes: el matrimonio que no acaba de encajar con estos visitantes y decide vengarse de ellos de forma sangrienta. Él, un viejo anticuado molesto con la actitud libertina de los protagonistas y ella, una mujer reprimida, en busca de la liberación a través del espejo que se crea con una de las jóvenes. 'X' plantea cuestiones muy sugerentes alrededor del deseo femenino y de su represión, de la vejez, de la sexualidad o de la búsqueda eterna del placer y de la belleza, esa sombra que nos persigue hasta el final de la vida.