Un informe preliminar de Navantia descarta fallos de seguridad y de comunicación en el accidente mortal del trabajador en el astillero de Puerto Real

Puerto Real

Navantia ha entregado esta mañana a los sindicatos un informe preliminar con una reconstrucción minuciosa del accidente laboral que el pasado 5 de abril le costó la vida a un trabajador de la industria auxiliar mientras realizaba unos trabajos en el casco del buque Carnival Breeze, en el astillero de Puerto Real.

Una representación de responsables de Salud Laboral de Navantia ha mantenido un encuentro con integrantes de la Comisión de Salud Laboral del Comité Intercentros de la compañía en el que ha hecho entrega del documento que, además, repasa otras cuestiones como las condiciones meteorológicas del día o las condiciones de seguridad del operario.

Ese informe expone que la principal hipótesis que se maneja actualmente es que la muerte del empleado se produjo por un fuerte golpe en el rostro provocado por un latigazo en la canastilla de la grúa. Según han informado a la SER fuentes presentes en la reunión, en la reconstrucción de los hechos figura que el operario pidió al gruista que elevase ligeramente la canastilla, donde él ya estaba montado y realizando trabajos de pulimentado en el casco. El gruista la elevó, tal y como le pidió el compañero, y la grúa quedó estabilizada tras ese movimiento.

"Un minuto y medio después notó cómo la grúa pegaba un tirón, un latigazo, y a continuación vio al operario desvanecido en la canastilla". El informe señala que la canastilla pudo quedar atrancada en uno de los salientes de la zona en la que trabajaban, justo bajo los botes salvavidas. Un bloqueo del que ninguno se los dos se dio cuenta y que, al recolocarse la canastilla, provocó un fuerte zarandeo inesperado que hizo que el operario se golpease en el rostro.

El empleado fallecido, por el que nada pudieron hacer los servicios de emergencias a pesar de su rápida llegada, estaba ataviado con todos los EPIs (Equipos de Protección Individual) que exige la normativa y la grúa contaba con la certificación para anclarle una canastilla, con lo que el informe también descarta en primera instancia que la muerte tuviese una relación directa con el incumplimiento de alguna medida de seguridad.

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Un informe preliminar que también señala que no hubo fallo de comunicación previo, que ambos se comunicaban por voz y gestos y que las condiciones lumínicas eran aptas para ello. Además, no había un elevado nivel de ruido que impidiese que ambos estuviesen en contacto verbal.

En cuanto a las condiciones del tiempo, según aparece en el documento, ese día se disponía de un informe meteorológico donde figuraba una alerta amarilla por agua y rachas de viento de hasta 80 kilómetros por hora. Circunstancias que desaconsejaban los trabajos en altura. No obstante, y a tenor de lo que figura en el documento de Navantia, a la hora del accidente las condiciones de viento eran aptas para realizarlos. El texto descarta, por tanto, algún tipo de contratiempo meteorológico que elevase la peligrosidad de las tareas.

Gruísta y operario llevaban trabajando juntos en el mismo turno desde el sábado. Ambos con una dilatada experiencia -el trabajador fallecido tenía 62 años-, comenzaron su turno a las 23:00 y habían de finalizarlo a las 7:00 am. El accidente se produjo al filo de las dos de la madrugada.

La investigación continúa en marcha y en manos de la Policía Judicial y la Inspección de Trabajo, a la espera de conocer el informe definitivo que esclarezca en qué circunstancias y por qué falleció el operario mientras trabajaba.