Osasuna y el Sadar sucumben ante el Real Madrid

Pamplona

Osasuna sigue teniendo una deuda pendiente con el nuevo Sadar. Se le resiste todavía esa noche mágica en el estadio desde su reforma. Le falta un partido de esos para la historia ante uno de los grandes. Uno de esos partidos que se queden en el recuerdo del imaginario rojillo para la posteridad. Durante cuarenta y cinco minutos parecía posible. Con Osasuna jugando valiente, con el objetivo de la permanencia ya conseguido, jugando de tú a tú ante el próximo campeón de liga pero el gol psicológico justo antes del descanso del Real Madrid dejó tocados a los rojillos. Tanto física como mentalmente. La sensacional actuación de Sergio Herrera parando hasta dos penaltis a Benzemá permitió a Osasuna llegar con vida al final del partido pero la sentencia llegaba en el descuento con el 1-3 definitivo.

Jagoba Arrasate advertía en la previa que quería un Osasuna valiente en el Sadar y el equipo lo fue. Al menos el tiempo que le duró la gasolina. Con la baja de Torró apostó por retrasar la posición de Moncayola para jugar de pivote acompañado de Darko y de Javi Martínez. La presión de los rojillos ponía en apuros al Real Madrid y el peligro llegaba desde la banda derecha con el Chimy Ávila y los remates de Budimir. Sin embargo, pese a las rotaciones de jugadores importantes, el líder impuso la calidad de su plantilla y se aprovechó de las concesiones atrás de los rojillos para adelantarse hasta en dos ocasiones en el marcador.

David Alaba adelantaba al Real Madrid aprovechando un rechace de Sergio Herrera a un remate inicial del propio central austriaco. En una jugada de estrategia sorprendía el equipo de Ancelotti a los once minutos y a la segunda no perdonó Alaba. La reacción de Osasuna no pudo ser más inmediata arrancada del Chimy Ávila por la banda y su centro era rematado a gol por Ante Budimir solo dos minutos después. Quinta jornada consecutiva marcando del croata que iguala el récord del Chengue Morales en primera división. Incluso aún marcó otro gol Budimir pero anulado por fuera de juego. Cuarto gol en las últimas siete jornadas del croata que se encuentra en este tramo final de temporada en estado de gracias ya pichichi en solitario con siete goles y que por centímetros podría llevar unos cuantos más.

La clave del encuentro sin embargo estuvo justo antes del descanso. Asensio aprovechaba otra rechace de Sergio Herrera ahora a disparo inicial de Ceballos que permitía al Real Madrid irse a los vestuarios con ventaja al término de la primera mitad. Gol de esos psicológicos que dejó tocados tanto física como anímicamente a los rojillos. Solo una acción nada más comenzar la segunda parte de Darko que salvó Courtois inquietó al líder que a partir de ahí fueron superiores.

Solo Sergio Herrera permitió a Osasuna llegar con vida al final del partido. El portero burgalés detuvo hasta dos penaltis a Benzema. El primero tras una incomprensible mano del Chimy Ávila y el segundo en una acción del Nacho Vidal sobre Rodrygo. Ahí se engrandeció la figura de Sergio "Parapenaltis" Herrera tirándose en las dos ocasiones hacia su derecha y despejando los lanzamientos desde los once metros del delantero francés.

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Pese al subidón que supone parar dos penaltis, Osasuna seguía a merced del Real Madrid y solo en tímidos remates de Budimir lo intentaban los rojillos. Jagoba Arrasate agotó los cambios para refrescar el equipo pero estaba más cerca el tercera del Real Madrid que la posibilidad del empate para Osasuna. Al final tras perdonar Vinicius un mano a mano con Herrera, el brasileño asistía a Lucas Vázquez que marcaba el 1-3 definitivo.

No pudo ser. La gran noche de Osasuna en este Sadar tendrá que esperar. Ni la sensacional actuación de Sergio Herrera parando dos penaltis ni la racha goleadora de Budimir fueron suficientes ante un Real Madrid que se permitió, pese a dar descanso y rotar a jugadores importantes de cara al partido del próximo martes de Champions contra el Manchester City, ganar en el Sadar donde no pierde desde 2011. Osasuna con el objetivo cumplido de la permanencia y con la opción ya casi remota de ir a Europa vía Conference League se tendrá que buscar nuevos retos para estas cinco jornadas que restan para despedir la temporada.