Comienza el sondeo en busca de una fosa en el cementerio de la Estación de San Roque
Las indagaciones previas apuntan a que en el patio 4 pueden estar los restos de hasta cinco personas

Un momento de los trabajos / RA

Esta semana han comenzado los sondeos para confirmar si en el patio cuatro del cementerio de Estación de San Roque se localiza una fosa con los restos de hasta cinco personas. Se busca, en concreto, a Diego Pitalúa Infante, quien fuera farmacéutico de Jimena, afiliado a Izquierda Republicana y que contaba con 58 años cuando fue fusilado; a dos de sus hijos, José (de 26 años) y Francisco (de 24) Pitalúa Troyano; así como a la asistenta de la farmacia Inés Parra Rondón.
Hay constancia documental de estas ejecuciones y del enterramiento de estas cuatro personas, a las que se puede incorporar –según testimonios orales- la presencia de una quinta persona. La responsable de Desarrollo Democrático de Diputación, Lucía Trujillo y el alcalde de San Roque y diputado provincial Juan Carlos Ruiz Boix han visitado el cementerio y han departido con el equipo técnico que emprende esta intervención.
Los sondeos se llevan a cabo en una superficie muy exigua, localizada junto a un ciprés. En origen este punto se correspondía con la tapia que limitaba el antiguo cementerio, si bien su crecimiento y posteriores ampliaciones sitúan actualmente este emplazamiento en su interior. En este enclave convergen, tras cruzarlos, los datos de las investigaciones históricas resueltas; el análisis de la documentación gráfica procedente de fotografía aérea, cartografía y planimetría así como las indagaciones en el Archivo Municipal de San Roque.
También son concordantes los testimonios orales referidos a las ejecuciones que los sublevados de 1936, amparados en los bandos de guerra, consumaron en Estación de San Roque. Es el caso por ejemplo de Francisca Pitalúa Caravaca –de 92 años y sobrina de Diego Pitalúa Infante- quien ha aportado un dato que puede resultar esclarecedor si los restos se encuentran: al parecer José Pitalúa Troyano se tragó una medalla de oro antes de ser fusilado para evitar que le arrebataran dicha pertenencia. Si se recuperasen sus restos esta pieza podría resultar muy útil en el proceso de identificación.
De momento con los primeros sondeos se han encontrado enterramientos normalizados que no se corresponden con los indicios de una fosa con personas represaliadas.