Continúa la caída libre del Sanse

San Sebastián

El Tenerife y la Real Sociedad buscabas una reacción muy necesaria en el Reale Arena, y el que la encontró fue el conjunto visitante. Y por partida doble. Porque rompió su mala racha de tres jornadas seguidas sin ganar, y porque despertaba a tiempo tras dejarse empatar por el Sanse después de ir ganando desde el minuto 10 con el gol de Mario. Se pudo ir con una ventaja clara al descanso el Tenerife, pero no supo aprovecharse de las dudas que tenía en defensa el filial realista. Sesteó tras el descanso, y el Sanse despertó y logró empatar a falta de diez minutos. Pero Elady apareció in extremis para dar el triunfo al Tenerife, que reaccionaba a tiempo de llevar tres puntos cruciales. El Sanse se queda muy tocado, porque ve como su reacción para salvarse no termina de llegar. Y ya sin demasiadas balas perdidas como para soñar con la salvación.

Si no tiras entre los tres palos es imposible pensar en ganar un partido. Ya puedes tener toda la posesión del mundo, puedes pensar que dominas el juego o ser muy protagonista con el balón… pero si no tienes ocasiones, si no pruebas al portero rival, es muy complicado conseguir una victoria. Eso fue el Sanse en la primera parte ante un Tenerife mucho más practico, que cedió toda la alternativa al filial realista, renunciando a la pelota de forma clara para salir rápido a la contra cuando tenía opciones de correr. No fueron muchas veces, pero cuando lo hizo, entró como cuchillo en mantequilla en el área realista, penalizando a una defensa muy dubitativa, y sobre todo a un portero, Gaizka Ayesa, que estuvo demasiado temeroso… y generoso con el rival. Así llegó el 0-1 en el minuto 10.

Estaba el Sanse llevando el peso del partido, pero sin generar peligro, atascado cada vez que llegaba a línea de tres cuartos, y en un robo de balón en una zona peligrosa, se estiró el Tenerife y un centro de Bermejo desde la derecha lo cabeceó Mario al fondo de la red. Todo con la ayuda inestimable de Blasco, que inexplicablemente se agachó, y de Ayesa, que salió de manera horrible a una zona a la que nunca llegó el balón. Otro error más de un filial realista muy penalizado por su poca contundencia en su área. La temporada resumida en una jugada. Quedaba tiempo para reaccionar, pero el gol del Tenerife le dejó muy tocado. Tuvo la pelota, sí; pero con la sensación de que fue solo todo lo que le dejó el conjunto de Ramis. Porque no se fue con una mayor ventaja en el marcador de milagro. Primero con otra salida rápida con una conducción de Mario por dentro y que terminó con un remate de Mollejo al lateral de la red. Y después con una jugada por banda de Enric Gallego que remató Mario, se la comió Ayesa con otra salida a destiempo, pero en boca de gol González de Zarate salvó el Segundo del Tenerife. Los txuri-urdin tuvieron la posesión, los tinerfeños el gol y las ocasiones.

El Sanse reaccionó de forma tímida tras el descanso, pero le seguía costando un lindo llegar a la portería de Juan Soriano. Porque el Tenerife estaba bien plantado en bloque bajo, y apenas le dejaba huecos entre líneas, y ahí Rober Navarro, Turrientes y Olasagasti son menos felices. Algún disparo furtivo permitía al filial realista albergar la esperanza de que podía empatar, porque los tinerfeños estaban muy serios y seguían llevando peligro a la contra, especialmente con un Mario muy activo y que llevó casi todo el peligro de su equipo. Pero como no era capaz de darle la puntilla a un Sanse tocado, pero no hundido; los de Xabi Alonso tocaron arrebato en la recta final, mejorando con la salida al campo de Roberto López. Apretaron más en busca del empate, encerrando al Tenerife en su área, y después de una buena combinación llegaba el gol esperanzador para el Sanse. Un gran pase de Roberto López a la espalda del lateral derecho, Cristo Romero llegaba a línea de fondo y de primeras centraba al área pequeña, a donde llegaba como una exhalación Robert Navarro para fusilar a Juan Soriano. El gol daba alas al Sanse, que sentía capaz de remontar… pero entonces el Tenerife reaccionó a tiempo, con una m centro maravilloso desde la izquierda de Mollejo que Elday remataba a placer en el segundo palo. Ni el portero del Sanse estaba en su sitio, ni la defensa estaba bien colocada. El golpe para el filial realista fue muy duro, porque se acerca al precipicio. Para el Tenerife, la gloria, porque ve más cerca los puestos de ascenso.