A por Aspas

Vigo

Los árbitros piden sanción a Iago Aspas por sus palabras retranqueiras diciendo que solo le faltó al árbitro pitar otro penalti para el hat-trick de Benzema. Eso lo consideran gravísimo. Lo elevaron desde el Comité de Árbitros al Departamento de Integridad de la RFEF para que, a su vez, lo elevase al Comité de Competición. Este Comité estudia expedientar a Iago Aspas y, si procede, sancionarle duramente. El Celta ya ha dicho que, en caso de que haya sanción, irá al Comité de Apelación y al TAD. Hace poco le cayeron cuatro partidos a Javier Pastore por llamarle “hijo de puta” al árbitro. El TAD, en su día, le dio la razón a Álvaro Cervera y le retiró la sanción de cuatro partidos que le habían impuesto por criticar el arbitraje. Tres casos de tres equipos humildes. Parece que tanto los árbitros como los comités quieren dar ejemplo de firmeza y contundencia pero, casualmente, casi siempre para los más humildes.

Repasando la hemeroteca, lo que sí parece que está claro es que no fue Iago Aspas el que dijo “parece que hay cosas premeditadas. La arrogancia se tiene o no se tiene”; fue Sergio Ramos. No fue Iago Aspas el que dijo “las tarjetas me parecieron regaladas y eso le he dicho al árbitro (Ancelotti). Tampoco fue Aspas el que dijo “parece que hay árbitros a los que les gusta pitar esto en nuestra contra” (Courtois). Pero mediterráneamente, tampoco fue Iago Aspas el que dijo “el VAR sólo actúa contra el Barça, ya está bien” (Koeman); o tampoco fue Iago Aspas el que dijo “creo que el árbitro ha visto el penalti pero no lo ha querido pitar”. Tampoco tiene acento de Moaña el que dijo “lo de la Liga pasada es lo más esperpéntico que he visto en mi vida. Los arbitrajes al Madrid fueron tremendos” (Piqué).

No fue Iago Aspas el que dijo “Estamos jodidos toca luchar contra todo” (Koke) o tampoco fue Iago Aspas el que dijo "tengo claro que en Champions League tenemos más opciones que en Liga y Copa” (Simeone). Pero incluso si nos vamos al sur, tampoco fue Iago Aspas, aunque jugó en el Sevilla, el que dijo “toca tragar veneno porque nos vemos privados de una final” (Lopetegui); no fue Iago Aspas el que dijo “si anula el segundo gol de De Jong, bajo al campo y retiro el equipo” (Monchi) o “esto es una vergüenza, esto que hacéis es una vergüenza” (De Jong). Y creo que tampoco fue Aspas el que dijo allá por noviembre “A nosotros no nos han pitado ningún penal a favor, al Barcelona ninguno en contra, todo se daba para este juego” (Pau Torres) o el propio Unai Emery: “El VAR son personas y alguien tiene que asumir responsabilidades. Creo en el VAR, pero no entiendo quién está. Alguien tiene que explicarle al Vilarreal por qué no se ha pitado ese penalti. A lo mejor, al Barça no le sienta bien esta decisión porque puede pensar que tiene más poder que nadie”.

Y es que daba la sensación esta semana que el único que se queja es Iago Aspas y que debe ser ajusticiado públicamente para dar ejemplo. Pero lo llamativo de todo esto es que también a Larrivey le cayeron en su día cuatro partidos; y a Berizzo y a Ernesto Marcucci. Será que es más fácil ponerse duros con el humilde y con el que no protesta en despachos o en la zona mixta de los palcos. Aspas espera tirón de orejas o correctivo mientras otros acarician un gato después de criticar a los árbitros en público.