Noches cañí regadas con "semen de toro": Bienvenidos al Torero, Torero de Puertollano
"Bares, qué lugares" recuerda de la mano de Diego Rodríguez, Carlos Lanza y Balbino González la década prodigiosa del garito más pijo de finales de los 90
Puertollano
Hoy la calle Alameda es la milla de oro del tardeo y el ocio nocturno en Puertollano y el lugar con más copas y guapeo por metro cuadrado de la ciudad, pero hubo un tiempo, mucho antes de su peatonalización, en que allí no había garitos. O mejor dicho, casi no había garitos. Sí bares, como "El charro" o el "Hollyday", pero no locales nocturnos. Y entonces, allá por 1994, llegó el "Torero, Torero".
Lo montó Balbino González, que hoy ha pasado por la sección "Bares, qué lugares" con los sumos sacerdotes del insomnio Diego Rodríguez y Carlos Javier González Lanza, regalándonos una sesión de radio canalla absolutamente...matadora
Bares, qué lugares/ Noche cañí regada con semen de toro: bienvenidos al Torero, Torero/ Hoy por Hoy Puertollano 7 de abril
21:41
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El "Torero, Torero" abrió sus puertas en 1994 y cerró una década después, y no porque le faltase fuelle o perdiese clientela, sino por desavenencias con la propiedad del lugar. Por decirlo suavemente. Diez años de música española y popera, con el "Visite nuestro bar" de los Hombres G como himno de la primera hora, y miles de clientes que también eran amigos y que, no os enfadéis si nos estáis leyendo, eran gente guapa más bien tirando a pija.
Si alguien se reconoce en la foto o está en desacuerdo con lo de pijitos, no se enfaden, que es con cariño. Las reclamaciones, en todo caso, al maestro armero Balbino, que también tiene su foto
Un garito de estética cañí, con motivos taurinos y gusto por los pequeños detalles, como las bandejas de cigarros y puritos para los clientes, las fresas de temporada o rondas de chupitos de cuyo nombre igual no deberíamos acordarnos, pero lo vamos a hacer igualmente: semen de toro. En esta barra lo preparaban, ellos tienen la culpa
¿Qué qué era eso ? Una bebida, claro, patentada por el bartender. Blanquecina, para más señas. Espesa, cortesía del "Tía María". Y dulzona. Servida en vasitos de chocolate y galleta, que también se comían, al estilo de los de Elche. Un trago cuya denominación oficial, Torerillos, era menos sonora y finalmente, también menos feliz. Que levante la mano quién no se ha bebido nunca uno...
Diez años de noche dan para muchas anécdotas: Bertín Osborne o Alaska como visitantes ilustres, la noche que cerraron el garito para el Presidente del Senado, y muchas fiestas. También hubo sinsabores, claro, vecinos disconformes con el ruido, un cierre abrupto que llegó demasiado pronto, la piqueta y el ladrillo regando de tristeza el figurado albero de la plaza de la que tanta gente, durante tanto tiempo, salió por la puerta grande. Entre ellos, estos dos figuras
El "Torero, Torero" terminó, pero su década prodigiosa sirvió para demostrar que la Alameda podía ser mucho más que una simple calle. La idea fue de Balbino, y mucha gente todavía recuerda aquellos días cañís y alegres en los que el semen de toro se bebía en vasitos de chocolate y galleta. Ya saben, bares... qué lugares
Mario Carrero
Es filólogo hispánico por la UCLM y licenciado en Periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid....